Colombia avanza hacia la paz completa al completar la primera ronda de diálogos con el último grupo insurgente activo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Las partes acordaron posponer la segunda ronda de conversaciones de paz para el próximo 10 de mayo, siete días después de lo pautado anteriormente, debido que miembros del ELN viajarán a Cuba para reunirse con voceros de las FARC-EP, con el objetivo de compartir experiencias en las pláticas por la paz.
¿Qué se alcanzó en la primera ronda de negociaciones?
A través de un comunicado, las partes anunciaron la creación de un marco de referencia común a partir del cual discutirán y evaluarán “acciones o acuerdos de carácter humanitario, de conformidad con el Derecho Internacional Humanitario” para proteger a la población de los efectos del conflicto y disminuir la intensidad del mismo.
Asimismo, se acordó la creación de un proyecto piloto de desminado humanitario, tomando en cuenta que Colombia es uno de los países con más minas en el mundo.
Se concertó también la participación de la sociedad en los tratados de paz.
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En los diálogos con el ELN se están manejando de forma paralela dos mesas. Una dedicada al primer punto de la agenda de negociación que es definir los mecanismos mediante los cuales la sociedad civil participará en el proceso de paz.
La segunda, denominada mesa de asuntos humanitarios, debe lograr acuerdos para sacar a la población del conflicto y protegerla de las consecuencias y efectos del mismo.
¿Qué se espera en la segunda ronda de negociaciones?
En entrevista para teleSUR, el analista político y experto en temas de paz, Álvaro Villarraga, señala que la segunda ronda tiene dos expectativas:
Primero. Definir la metodología referida a como será esa participación local y regional.
Segundo. Compromisos de orden humanitario. "Las partes han venido expresando que habrán acuerdos en el orden humanitario que muestren consensos de alto valor para aclimatar el proceso de paz”, expresó Villarraga.
Lo que espera la sociedad colombiana es un pronto cese al fuego bilateral y que la negociación sea abierta de forma permanente a la participación de los colombianos, "un gran reto es conseguir el cese al fuego bilateral. Los hechos de guerra y violencia atribuidos a las partes entre otros hechos altera el ambiente”, indicó el analista.
La mesa de Quito tiene como reto alcanzar acuerdos sustanciales que complementen los acuerdos de paz de las FARC-EP en la Habana, "que sean originales y propios, es decir que no estén agotadas las transformaciones democráticas y las reformas necesarias en el país.” puntualizó Villarraga.