Los argentinos salieron este miércoles a las calles a exigir la aprobación y aplicación de la Ley de Emergencia Social, como una medida de alivio a la población frente a la recesión que afronta el país suramericano.
La petición tiene como telón de fondo el pronóstico de mayores suspensiones y cesantías para fin de año, sumado a otros problemas como la inflación.
La Ley de Emergencia Social tiene media sanción en el Senado y contempla aumentar un millón de puestos de trabajo, un aumento del 15 por ciento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo, y un 50 por ciento más para las partidas alimentarias y nutricionales.
>> Argentinos le dicen a Macri "basta de despidos"
Aunque Mauricio Macri se defiende al afirmar que en 2017 habrá un crecimiento de la economía y que las medidas tomadas han ayudado a un "aumento" de los planes sociales, este año finalizará con un 40 por ciento de incremento de los precios, según los economistas.
Además, se registró un incremento de la pobreza en el país a 32,2 por ciento y la indigencia a un 6,3 por ciento. Esto representa una subida de al menos 3,2 por ciento y 1 por ciento en estos índices desde la gestión de Macri.
Pese a esto, el mandatario planea vetar la Ley de Emergencia Social si resulta sancionada por el Congreso antes de fin de año.