Cientos de manifestantes fueron dispersados este sábado por la policía turca mientras protestaban en Estambul (noroeste) contra la aplicación por parte del Gobierno, de una ley nacional -ratificada el pasado 19 de febrero- sobre el aumento del control de la internet.
Varias tanquetas blindadas fueron usadas por la policía para dispersar la protesta con agua a presión y gases lacrimógeno, impidiendo de esta manera que la marcha accediera a la simbólica plaza de Taksim, vedada a las concentraciones políticas desde las protestas antigubernamentales del verano pasado.
Los manifestantes respondieron lanzando numerosos petardos -un tipo de fuego pirotécnico- y durante una hora la comercial calle Istiklal se convirtió en un campo de batalla, al igual que ocurrió hace dos semanas.
El gas pimienta afectó a numerosas personas y un autobús municipal tuvo que ser desalojado a toda prisa por los viajeros al llenarse de gas, relata la emisora turca Halk TV.
La nueva ley ortorga a la autoridad de telecomunicaciones turca el poder de bloquear un sitio web si considera que su contenido es ofensivo o inapropiado. El gobierno argumentó que la legislación tiene el propósito de proteger -no censurar- a los usuarios de internet.
No obstante, los periodistas turcos apuntan que el Ejecutivo sólo pensó en reforzar los controles sobre internet cuando conoció la investigación a altos miembros del partido gubernamental AKP por corrupción en diciembre y se hicieron públicas en internet conversaciones comprometidas de altos cargos de la formación.
Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que esta iniciativa “salvará a las nuevas generaciones de los daños potenciales” de la Red. El acceso a la red en Turquía ya es restringido y hay miles de sitios bloqueados.