El papa Francisco celebró la navidad con la tradicional misa en la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano (Roma), en la cual realizó una llamada telefónica a los refugiados iraquíes en el campamento de Ankawa, un suburbio de Irbil (norte de Irak) forzados a abandonar sus casas por extremistas islámicos.
"Ustedes son como Jesús en esta noche, y yo les bendigo y estoy cerca de ustedes", dijo el Papa, según la grabación de audio proporcionada por TV2000, la televisora de la conferencia de obispos italianos, que coordinó la llamada.
"Los abrazo a todos y les deseo feliz Navidad", expresó Francisco durante la misa tras la cual emitió su tradicional discurso navideño en la Plaza de San Pedro.
Francisco dirigió su mensaje a unos 80 mil fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, quienes esperaron para recibir la bendición Urbi et Orbi (a la Ciudad (de Roma) y al Mundo).
En su mensaje, el Papa nuevamente hizo referencia a los iraquíes y sirios que sufren los efectos del conflicto en sus países.
"Para él, el Salvador del mundo, le pido que guarde a nuestros hermanos y hermanas de Irak y de Siria, que padecen desde hace demasiado tiempo los efectos del conflicto que aún perdura y, junto con los pertenecientes a otros grupos étnicos y religiosos, sufren una persecución brutal. Que la Navidad les traiga esperanza, así como a tantos desplazados, profugos y refugiados, niños, adultos y ancianos, de aquella región y de todo el mundo", fue parte del mensaje navideño del Papa.
En cuanto a la brutal arremetida israelí de la que son víctimas los palestinos, el Papa también pidió la paz para estas regiones del Medio Oriente. "Que el Señor abra los corazones a la confianza y otorgue la paz a todo el Medio Oriente, a partir la tierra bendecida por su nacimiento, sosteniendo los esfuerzos de los que se comprometen activamente en el diálogo entre israelíes y palestinos".
Asimismo, el conflicto ucraniano también fue parte del mensaje navideño: "Que Jesús, Salvador del mundo, custodie a cuantos están sufriendo en Ucrania y conceda a esa amada tierra superar las tensiones, vencer el odio y la violencia y emprender un nuevo camino de fraternidad y reconciliación".
El Papa Francisco también abogó por la paz en Nigeria, Libia, Sudán del Sur, República Centroafricana, varias regiones de la República Democrática del Congo y Pakistán. En este sentido, pidió "a todos los que tienen responsabilidades políticas a que se comprometan, mediante el diálogo, a superar contrastes y construir una convivencia fraterna duradera".
A su vez, Francisco agradeció a las personas que brindan ayuda a las víctimas de la epidemia de ébola en Liberia, Sierra Leona y Guinea. Finalmente, oró por los niños asesinados y maltratadas durante las guerras y conflictos en todo el mundo.
El 6 de enero, el Papa celebrará la Misa de la Epifanía y el 11 de enero va a bautizar bebés en la Capilla Sixtina. Un día más tarde ofrecerá su discurso anual de política exterior a diplomáticos antes de abordar un avión para un viaje de una semana a Sri Lanka y Filipinas.