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El tribunal de apelaciones en Paraguay revisó la decisión de los jueces y otorgó prisión domiciliaria a los cinco campesinos presos por el caso de la masacre en Curuguaty.
Los labriegos que mantenían huelga de hambre recibieron la modificación de sentencia de prisión preventiva por una medida alternativa, el arresto domiciliario, informó el abogado defensor, Guillermo Ferreiro.
La corresponsal de teleSUR en Paraguay, Amanda Huerta, señaló que uno de los campesinos, Rubén Villalba y sus cuatro compañeros en huelga de hambre deben de ser realimetados y después irán a prisión domiciliaria.
Acta que resuelve dar prisión domiciliaria a 5 campesinos presos y con 58 días de huelga de hambre caso #Curuguaty pic.twitter.com/FNSAIdYnFy
— Amanda Huerta-Morán (@AmandatlSUR) April 13, 2014
— Amanda Huerta-Morán (@AmandatlSUR) April 13, 2014
Activistas de los derechos humanos y miembros de la sociedad civil de Paraguay, se pronunciaron desde el pasado jueves contra la sentencia emitida por el Ministerio de Justicia de ese país que negaba, en principio, el arresto domiciliario a los cinco campesinos detenidos presuntamente por ser los responsables de la masacre de Curuguaty en 2012.
De acuerdo a los manifestantes, los trabajadores del campo mantienen una huelga de hambres desde hace 58 días, tiempo que no había sido suficiente hasta ahora para que las autoridades del Gobierno paraguayo otorgaran el beneficio de casa por cárcel.
El estado de salud de los privados de libertad, motivó a grupos religiosos y culturales a exigir al Gobierno el traslado hasta sus hogares mientras son presentados ante el Ministerio de Justicia.
Arnaldo Quintana, Adalberto Castro, Felipe Benítez Balmori, Néstor Castro y Rubén Villalba se encuentraban en huelga de hambre hace 58 días exigiendo la prisión domiciliaria hasta que la Corte resuelva el litigio sobre la titularidad de las tierras de Marina Cue.
Por el delicado estado de salud en que se encuentran, fueron trasladados hace unos días de la cárcel de Tacumbú al Hospital Militar.
Los trabajadores del campo fueron detenidos durante la llamada Masacre de Curuguaty, el desalojo violento de las familias campesinas asentadas en tierras en disputa entre el Estado y un político latifundista, hecho que culminó con la muerte de 11 rurales y seis policías.
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