Ante el temporal de lluvias y vientos que azota al Reino Unido, 130 mil hogares permanecen sin luz informó este jueves la Asociación de Redes de Energía. Las zonas más afectadas son Gales (oeste), centro y norte de Inglaterra.
Las inundaciones obligaron a muchas familias a abandonar sus casas, y ha generado problemas en los servicios ferroviarios, con numerosas cancelaciones y retrasos en las áreas más castigadas por las precipitaciones, como las cercanas al río Támesis, en las afueras de Londres (capital) y el suroeste de Inglaterra.
El Servicio Meteorológico informó que las aguas del río Támesis pueden subir en los próximos días al nivel más alto en 60 años.
En Gales, el ministro principal, Carwyn Jones, admitió que el restablecimiento del suministro eléctrico es un "gran desafío" para los técnicos debido a la intensidad de los vientos.
Numerosas carreteras permanecen cerradas debido a las inundaciones o por la caída de árboles ya que los vientos llegaron la noche de este miércoles en varias zonas de Inglaterra a los 160 kilómetros por hora.
El ministro de Transporte, Patrick McLoughlin, prometió este jueves en el Parlamento que su departamento facilitará 61 millones de libras (73 millones de euros) para reparar las líneas ferroviarias.
Además de las 16 alertas graves de inundaciones -peligro para la vida- que la Agencia de Medio Ambiente mantiene en el sur y suroeste de Inglaterra, hay otras 400 de menor gravedad.
En Wiltshire (suroeste de Inglaterra) un hombre de unos 70 años murió electrocutado el miércoles cuando trataba de retirar un árbol caído sobre unos cables de electricidad, informó la policía.
El Servicio Meteorológico pronosticó para este jueves nuevas precipitaciones por otra corriente procedente del Atlántico, que empeorará la ya caótica situación en que se encuentran muchas localidades inglesas, sumidas bajo las aguas desde hace varios días.
Las autoridades británicas advirtieron que la situación puede empeorar.