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Unas tres mil personas han sido evacuadas y unas 500 casas quedaron destruidas tras el voraz incendio forestal en el puerto de Valparaíso, (centro de Chile), que llevó a la presidenta Michelle Bachelet a decretar estado de excepción en esa comunidad.
El ministro de Interior de Chile, Rodrigo Peñailillo, destacó que todos los cuerpos bomberiles se preparan para participar como refuerzos y ayudar a controlar el incendio. “Trabajan para solventar la situación lo más pronto posible”.
"Esta es la peor catástrofe que he visto en Valparaíso", comentó el intendente de la región Ricardo Bravo, a medios locales.
Las causas del incendio aún estaban siendo investigadas, el servicio de agua potable y cortes de energía eléctrica fueron suspendidos en varios barrios de esta ciudad de unos 270 mil habitantes, la cual estaba cubierta por una densa columna de humo que avanzaba hasta la bahía donde se encuentra el puerto, uno de los más importantes de Chile.
El alcalde de la ciudad, Jorge Castro, indicó al canal estatal TVN, que en al menos 12 comunidades unas 500 casas quedaron destruidas y tres mil personas fueron evacuadas.
La población afectada comenzó a descender apresuradamente desde las laderas de la ciudad, hasta zonas más cercanas al mar, con el fin de alejarse del humo, que para ese entonces ya era asfixiante.
Un total de 10 albergues fueron habilitados por las autoridades para recibir a los miles de damnificados.
La seguridad de la ciudad quedó en manos de la Marina chilena que ordenó el desplazamiento de miles de uniformados para evitar disturbios y ayudar en la evacuación de los afectados por el siniestro.
Una persona permanece en estado grave por quemaduras, pero hasta el momento no se han reportado víctimas fatales de este incendio que comenzó en horas de la tarde, según comunicado la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
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