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El integrante de la dirección política de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en México, Francisco Bravo, calificó de "oportunismo político y acción maquiavélica’’ al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que después de tres años se sumó al movimiento contra la reforma educativa en esta nación.
La CNTE, junto a especialistas en tema escolar, indicó que la respuesta del Sindicato Magisterial llega de forma "tardía y débil" en un momento estratégico que busca intentar disminuir el costo político de una posible modificación, impulsada por sus acciones de calle.
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Bravo dijo al diario La Jornada que "no podemos descartar que con esta medida se busque una salida al rechazo que tiene la reforma educativa, pero también que se use al sindicalismo oficial para quitarle banderas y simpatías al magisterio disidente, colgarle la medalla al SNTE, un organismo incondicional al gobierno federal, y permitir que éste no se vea tan derrotado’’.
Asimismo, precisó que la CNTE tiene un camino trazado de forma independiente a los actores o distractores "que se quieran meter" y aseguró que acudirán el próximo lunes a la mesa de negociación programada con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, en búsqueda de una salida al conflicto.
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De este modo, rechazó que el SNTE intente beneficiarse con la lucha que emprendieron para derogar la reforma educativa y advirtió que el cambio de actitud en el sindicato podría tratarte de una maniobra distractora para minimizar las protestas de la CNTE.
“Pero evidentemente no tienen voluntad propia, están siendo otra vez parte de una estrategia global del gobierno”, dijo Bravo.
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