La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina "no quiere el diálogo y le hacen perder el tiempo al argentino excluido que le cuesta llegar a fin de mes", aseguró el presidente de ese país, Mauricio Macri, quien criticó la marcha organizada por la CGT para el próximo 7 de marzo.
La marcha convocada por la CGT y a la cual se unirá la Central de trabajadores de la Educación (Ctera) es en rechazo a la apertura indiscriminada de las importaciones y en reclamo de paritarias libres que permitan recomponer los salarios que son el motor de la economía y principal sostén del mercado interno, aseguró la central obrera en un documento.
Hace más de un año, en medio de su campaña presidencial, Macri prometió "apoyar, reivindicar y pagar bien a los docentes" así como "devolverles el prestigio que merecen", dicha promesa aún no se cumple.
Pese a que el poder adquisitivo del argentino ha caído drásticamente desde la llegada de Macri al poder, el mandatario consideró injustificadas las marchas para el 6 y 7 de marzo contra su gestión y cree que se trata de una "transición" que recorre Argentina hacia el cambio. "Hay una resistencia a pensar que la solución es el diálogo y entender la realidad en el contexto, no solo plantarse en lo que uno necesita", dijo.
"Cuando nos ponemos a expresarnos en forma intolerante en vez de usar ese tiempo para encontrar coincidencias, estamos perdiendo tiempo muy valioso para ayudar al argentino que está excluido", sostuvo el presidente argentino.
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"El Ejecutivo habla de diálogo pero no lo practica. Incumple la ley y desprotege a los docentes", aseguró el secretario general del sindicato argentino de Docentes Privados (Sadop).
El presidente criticó las protestas en Argentina en medio de su visita oficial a España, donde celebró la "consolidación" de los acuerdos en el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea.