Uno de los 28 sobrevivientes que fueron socorridos en el naufragio de un barco que se hundió en el mar Mediterráneo, a unas 70 millas de las costas de Libia, dice que en la embarcación viajaban 950 personas, de ellas al menos 50 eran niños y unas 200 mujeres.
De acuerdo a esta declaración la cifra de víctimas se eleva considerablemente, a la informada por la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Italia, Carlotta Sami, quien había asegurado que en el barco viajaban unas 700 personas.
El hombre originario de Bangladesh declaró en la Fiscalía de Catania, ciudad de la isla de Sicilia (sur) lugar a donde fueron trasladados los inmigrantes salvados en el mar.
En su testimonio también resaltó que el barco partió de un puerto situado a 50 kilómetros de la ciudad Trípoli (noroeste de Libia) con dirección a Italia, pero durante la travesía los traficantes obligaron a algunos de ellos a permanecer encerrados en los niveles más bajos de la embarcación.
La situación se originó cuando los Guardacostas italianos recibieron una llamada de socorro en la que les avisaron de que el barco en el que viajaban se encontraba en situación de peligro. Ante la alarma, las autoridades le pidieron al barco mercante portugués "King Jacob" (el cual se encontraba en las cercanías) que se desviara hasta el lugar del suceso.
Pero cuando este buque se aproximaba a la embarcación, los inmigrantes "se colocaron todos en el mismo lado de la nave y provocaron su hundimiento", según ACNUR.
La Cifra: El número de cruces irregulares del Mediterráneo aumentó de manera alarmante, debido a que "en total, 90 mil personas cruzaron a Europa entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, y al menos dos mil 200 perdieron la vida. En el trimestre anterior fueron 75 mil personas y 800 muertes.
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