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La aldea ha quedado progresivamente aislada en los últimos años por el muro de segregación israelí y sus habitantes se han visto obligados a huir. (Foto: archivo)

La aldea ha quedado progresivamente aislada en los últimos años por el muro de segregación israelí y sus habitantes se han visto obligados a huir. (Foto: archivo) | Foto: Copyright (c) 1998 Hewlett-Packard Company

Publicado 10 noviembre 2014



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La oficina israelí de Coordinación con los territorios (Cogat) negó este lunes que el Ejército haya entregado nuevas órdenes de confiscación de tierras en la aldea de Beit Iksa, situada al norte de Jerusalén, como se informó durante el fin de semana.

En un comunicado emitido este lunes, la oficina israelí de Coordinación con los territorios (Cogat) precisó que las órdenes de confiscación de tierras en la aldea de Beit Iksa entregadas, son en realidad la renovación de una confiscación hecha años atrás para levantar el muro que divide la aldea.

"Las informaciones no son correctas. Se trata de la renovación de órdenes que existían previamente”

"Las informaciones no son correctas. Se trata de la renovación de órdenes que existían previamente, que fue publicada el pasado jueves, y que se refiere a 16 hectáreas y no mil 290 hectáreas) como se dijo", precisa el comunicado.

El documento también detalla que "estas órdenes fueron emitidas en el pasado para la construcción de la valla de seguridad y fueron renovadas por la realidad en el ámbito de seguridad que hace necesaria la valla de seguridad".

Habitantes de Beit Iksa habían informado el sábado a la agencia de noticias local Maan, que las órdenes están firmadas por el responsable militar israelí en la Cisjordania ocupada, Nitzan Alon, y fueron entregadas por soldados en el puesto de control situado a la entrada de la aldea.

Según su relato, en el documento las autoridades israelíes exigían que dejen los terrenos antes del 31 de diciembre de 2017, pues pasarían a "uso militar".

Además, los habitantes de Beit Iksa aseguraban que les habían informado que el lunes un oficial se personaría en la aldea para explicar qué terrenos son las afectados.

En Beit Iksa viven unas mil 700 personas, en su mayoría refugiados que perdieron su hogar durante la ocupación israelí de Cisjordania y Jerusalén Este en 1967.

La aldea ha quedado progresivamente aislada en los últimos años por el muro de segregación israelí y sus habitantes se han visto obligados a huir por las continuas apropiaciones por parte israelí, que según Maan controla ya el 93 por ciento de la localidad.

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