Durante el homenaje nacional a las víctimas escenificado precisamente en Niza, Hollande declaró que "el objetivo monstruoso de los terroristas" era "desencadenar la violencia para que surgiera la división".
En presencia de las víctimas y el príncipe Alberto de Mónaco, único jefe de Estado extranjero presente en la ceremonia, el mandatario aseguró que Francia se erigirá por encima de las metas terroristas.
"Esa empresa maléfica fracasará", dijo Hollande, porque "la unidad, la libertad y la humanidad prevalecerán".
De igual forma, se mostró convencido que en la "guerra contra el terrorismo", que auguró "larga", podrá "contar con cada francés".
Tras el discurso de homenaje de Hollande, un Coro de niños entonó el himno francés (la Marsellesa).
En contexto
El 14 de julio, un camión conducido por Mohamed Lahouaiej Bouhlel se lanzó al paseo marítimo de Niza contra los cientos de personas que se habían congregado esa noche para presenciar los fuegos artificiales de la fiesta nacional.
Bouhlel era un tunecino de 31 años que vivía en Niza junto a sus hijos y su mujer, de la que se había divorciado, y trabajaba como conductor de reparto. De acuerdo con la Fiscalía, era "un total desconocido" para los servicios de Inteligencia aunque tenía antecedentes por delitos comunes.
Cinco personas han sido inculpadas y encarceladas en Francia por su complicidad directa o indirecta con Mohamed Lahouaiej Bouhlel, quien fue abatido por la policía.
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