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Grupos de derecha continúan en las calles del municipio San Cristóbal en el estado Táchira (occidente de Venezuela) en rechazo a la paz convocada por el presidente Nicolás Maduro y exigiendo su renuncia.
Varios habitantes de la localidad, expresaron su repudio a las políticas emprendidas por el Gobierno para lograr la pacificación del país, tal como lo han hecho en los últimos cuatro días.
La corresponsal de teleSUR en Venezuela, Madelein García reportó desde la entidad que debido a la ofensiva de los militantes de la derecha en la región, la prensa “se encuentra resguardada para no ser víctimas de la agresión de los protestantes” que exigen de manera enérgica la renuncia del presidente Maduro.
“Con guarimbas los manifestantes expresaron su resistencia al Gobierno”, agregó.
La periodista informó además que los grupos violentos convocaron un paro comercial y obligaron a los pequeños negocios a atacarlo. “La estrategia del día de hoy fue el llamado a paro, algunos comercios no querían cumplirlo y fueron obligados”, recalcó.
Ante la radicalizacón de las protestas, la Guardia Nacional se mantiene en las calles de San Cristóbal para dispersar a los grupos violentos y garantizar la seguridad.
Por otra parte, colectivos revolucionarios salieron a defender el legado bolivariano, y llamaron a sus contrarios a mantener la calma y actuar con cordura, precisó la periodista. El pasado jueves, los fascistas atacaron una de las instalaciones de un centro asistencial de sanidad en la entidad, causando varios destrozos.
El Ministerio de Salud rechazó el ataque perpetrado en el edificio de la Dirección de Salud Ambiental y El Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria en el estado, donde ocasionaron daños a la fachada, afectando la atención a las comunidades cercanas.
Por su parte, el gobernador del estado Táchira José Gregorio Vielma Mora, denunció que “paramilitares colombianos” y “terroristas” se han “sumado a las protestas” que llevan adelante los estudiantes en esa zona del país.
En declaraciones a teleSUR, Vielma Mora informó que estos grupos irregulares intentaron dañar una subestación de electricidad que surte energía a 63 mil personas.
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