Gobierno venezolano se mantiene garantizando seguridad al oeste del país

El ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, aseguró este lunes que los organismos de seguridad del Estado se mantienen desplegados en la entidad tachirense (oeste de Venezuela), para garantizar la paz y la seguridad de sus habitantes.

Recordó que el estado Táchira (oeste), ha sido uno de los departamentos más afectados del Estado venezolano, tras las acciones violentas promovidas desde el pasado mes de enero por representantes de la extrema derecha.

“En San Cristobal estamos volviendo a la normalidad. Decretamos este territorio libre de violencia”, expresó el ministro durante su intervención en el programa A Toda Vida Radio, transmitido en la nación suramericana a través del circuito radial Radiorama.

Recalcó que gracias a los recursos aprobados por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, se han ido recuperando los espacios públicos que fueron destruidos por grupos fascistas en varios municipios de esa entidad andina.

En ese contexto, hizo un llamado a todos los venezolanos a participar en las jornadas por la paz y la vida que adelanta el Gobierno de Venezuela, a fin de consolidar la tranquilidad en la nación suramericana.

“Sabemos que la planificación de esto obedece a grupos políticos, que saben que jamás alcanzarán por la vía electoral el poder. Su único camino siempre ha sido la violencia y el terrorismo, la manipulación psicológica para llegar a lo que no pueden hacer por la vía constitucional”, subrayó el ministro.

Recientemente, el titular del Interior y Justicia de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, informó que el alcalde opositor de San Cristóbal (capital del estado Táchira), Daniel Ceballos recibía dinero de Colombia para financiar la violencia y de esa manera conspirar contra el Gobierno constitucional de Nicolás Maduro.

Desde el pasado 12 de febrero en algunos municipios gobernados por la derecha venezolana se han presentado actos fascistas con el fin de perpetrar un golpe de Estado y permitir la injerencia de Estados Unidos.

Desde entonces, al menos 40 personas han perdido la vida y otros cientos han resultado heridos tras ser víctimas de la violencia desatada por el odio de la oposición venezolana.