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El Gobierno venezolano rechazó las declaraciones injerencistas emitidas por Maja Kocijancic, portavoz de Catherine Ashton, Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, el pasado 26 de marzo sobre la situación golpista que atraviesa el país suramericano.
En un comunicado, Caracas exigió respeto a la UE y rechazó las difamaciones hacia el Gobierno venezolano, pues sugieren que en el país se violan los derechos humanos de quienes han protestado de forma vandálica.
“Nuestro país es internacionalmente conocido y respetado como un territorio de paz, defensor a ultranza de los derechos humanos integrales de todos los ciudadanos”, enfatizaron.
En el texto, Caracas resalta que "la libertad de expresión, de asociación y de asamblea están garantizados en la Constitución Nacional, como derechos civiles inalienables y así respetados, observados y defendidos por el Gobierno venezolano liderado por el Presidente Nicolás Maduro Moros.
Sin embargo, el vandalismo, la violencia, la instigación a delinquir, la xenofobia, así como el asesinato de ciudadanos y funcionarios del orden público ejecutados por grupos violentos y armados de la oposición venezolana, es contrario a la vocación de paz y tolerancia de nuestro pueblo.
"El Gobierno venezolano ha mantenido siempre las puertas abiertas al diálogo con las distintas fuerzas políticas que hacen vida en el país", resalta el comunicado.
Asimismo, reiteraron la disposición del Gobierno venezolano de mantener relaciones con la UE y con todos los organismos de integración, siempre y cuando se respete la democracia y la soberanía del país.
Las protestas vandálicas que ejecuta la extrema derecha en Venezuela desde hace siete semanas han dejado 39 fallecidos, de los cuales 31 eran civiles, 8 de la GNB. 23 de las víctimas fallecieron por armas de fuego, de estos 6 chocaron contra la barricada, 5 murieron al intentar apartar los escombros, 1 fue herido con arma blanca por intentar despejar la vía.
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