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Autoridades médicas colombianas confirmaron este viernes la muerte de otro niño víctima del incendio del autobús que viajaba en la vía Fundación-Valledupar y transportaba 40 niños de una iglesia Pentecostal.
El menor, de siete años, no pudo seguir batallando como lo había hecho hasta la madrugada de este viernes cuando sus fuerzas se agotaron, informaron los médicos del hospital donde se encontraba internado.
El niño presentaba más de 90 por ciento de la superficie de su cuerpo con quemaduras de segundo y tercer grado por lo que el cuerpo médico siempre mantuvo su pronóstico en reserva.
En las últimas horas el menor había comenzado a presentar deterioro de su sistema renal, estaba en coma inducido, y respiraba a través de un sistema de ventilación mecánica en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Adela de Char de Barranquilla, donde permanecen otros dos menores en estado crítico.
Con la muerte del menor se eleva a 32 el número de niños muertos por el trágico hecho ocurrido el pasado domingo en Colombia.
La noche de este martes un juez de control de garantías otorgó medida de aseguramiento a Jaime Gutiérrez Ospino, conductor del bus, y a Manuel Ibarra integrante de la iglesia que contrató el servicio de transporte.
La audiencia privada se realizó bajo extremas medidas de seguridad. Ambos fueron presentados ante el juez donde el fiscal le imputó varios cargos, entre ellos el de homicidio agravado.
La medida fue tomada tras probarse que el incendio del bus se produjo por la irresponsabilidad del conductor, al inyectarle gasolina artesanalmente al vehículo que llevaba 62 personas cuando su capacidad es de 24.
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