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El pintor ruso Ilyá Glazunov falleció la noche de este sábado en Moscú a los 87 años de edad debido a un paro cardíaco, confirmó su hija.
"La muerte es resultado de un paro cardíaco. Todavía no puedo decir cuándo ni dónde se celebrará el funeral", dijo Vera Glazunova.
Glazunov nació en 1930 en la entonces Leningrado (San Petersburgo). A los 12 años huyó de la guerra a una aldea poco habitada, donde surgió su gran inquietud por expresarse a través del arte.
Dos años después regresó a su ciudad natal e ingresó a la Escuela de Arte, primer paso de un largo recorrido por diferentes instituciones. Su objetivo era colmarse de aprendizaje para poder plasmar, mediante las pinturas, sus inquietudes.
A los 26 años obtuvo su primer premio e inauguró su primera exposición personal en Moscú. Desde ese momento se dio a conocer en el resto del occidente europeo y especialmente en Italia, primer lugar al que viajó a los 33 años.
Era un fiel enamorado del realismo de Velázquez, Ribera, Zurbarán o Tintoretto, y que rechazaba las pinturas de artistas como Picasso o Kandinsky.
También le apasionaba España y la arquitectura de la capital. Retrató al rey Juan Carlos I y decoró los salones de la Embajada Rusa en Madrid.
Uno de sus lemas era que "el pintor no debe ser servidor de ideologías, sino reflejar la batalla entre el bueno y el malo, y el campo de esta batalla es el corazón de cada uno".
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En el año de 1980 fue reconocido como Artista del Pueblo de la URSS, y galardonado por la Unesco con la medalla de oro por su extraordinaria contribución al arte mundial.
La mayor parte de sus obras se encuentran en la galería Glazunov, situada en la capital rusa; un museo de muros celestes que se presenta modesto al lado de las grandes edificaciones históricas que lo acompañan.
Sus lienzos trataron temas históricos y sus ilustraciones de las obras de los clásicos rusos de la literatura han tenido un gran reconocimiento, tanto de la crítica como del público.
El pintor visitó Nicaragua donde creó la serie de obras del Diario de Nicaragua, y Cuba, donde realizó un retrato de Fidel Castro.
Una de sus obras más famosas es Rusia eterna, pintada en 1988, que refleja la visión del autor sobre la Unión Soviética de la época.
Fue nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes de Rusia, y de la Real Academia de las Artes de Madrid y Barcelona. También fue fundador y rector de la Academia Rusa de Pintura, Escultura y Arquitectura.
