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Estados Unidos está envuelto en un nuevo caso de fraude. En este caso los implicados son los miembros de la Guardia Nacional, quienes implementaron un programa fraudulento de reclutamientos del que recibieron primas por más de 29 millones de dólares desde el 2005.
El programa inicialmente consistía en cobrar dinero por reclutar jóvenes que participaran en las guerras de Irák y Afganistán, pero los implicados en la estafa alistaron a militares ya en ejercicio y tomaban como reclutados a jóvenes que habían sido voluntarios. Pese a que el primer aviso de fraude potencial fue publicado en 2007, no fue sino hasta el 2012 que se suspendió el programa, cuya inversión fue de 459 millones de dólares.
En 2005 el Ejército estadounidense presentó debilidades en las guerras de Irak y Afganistán, por lo que crearon el programa de reclutamiento como una salida "creativa" a su crisis militar, sin embargo concluyó como una estafa característica del capitalismo salvaje.
"Esta es una de las mayores investigaciones sobre casos de fraude que haya realizado el Ejército estadounidense en su historia, tanto por el alcance del fraude como por el número de participantes en los hechos", dijo la senadora Claire McCaskill durante una audiencia ante la subcomisión del Senado que investigó el acto de corrupción.
Una auditoría que comenzó en 2011 fue el punto de partida para que se descubriera el fraude, según la senadora McCaskill, en ese entonces salieron a la luz los nombres de personas que pertenecían a las Fuerzas Armadas y permitieron a terceros recibir primas por el reclutamiento. Asimismo, relató que pasaron cuatro años desentrañando la estafa, sin embargo, se desconoce por qué fueron investigados solo nueve casos entre 2007 y 2009 y solo 16 personas han sido condenadas y encarceladas por el caso.
El 2005 fue uno de los años con más decesos de militares estadounidenses en la guerra de Afganistán. Para agosto de 2005 se registraron 228 soldados caídos en tierra afgana desde el 2001.
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