El diálogo entre Gobierno y oposición marcó un hito histórico en Venezuela

La Alta Comisionada para la Paz y la vida en Venezuela, Isis Ochoa, consideró que la mesa de diálogo en la que el gobierno venezolano logró sentar a los dirigentes de la derecha representa un hito histórico para el país, tras 12 años del golpe de Estado de Abril de 2002.

"El ejercicio que está planteando el presidente Nicolás Maduro logró sentar a la oposición para establecer condiciones puntuales en el marco del dialogo (...) entonces esto ha marcado un hito para el país", expresó Ochoa.

En entrevista exclusiva para teleSUR, la Comisionada venezolana dijo que es el momento para que los dirigentes de la oposición reconozcan el poder gubernamental y orientar a sus seguidores a resolver los hechos de violencia que pretenden sacar por la vía inconstitucional al jefe de Estado.

"Hay dos modelos de vida y un pensamiento de la oposición que no le permite avanzar en el objetivo que el Presidente desea, el reconocimiento del otro para lograr la paz", sostuvo Ochoa.

Por otro lado, destacó que el diáologo evidenció que en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hay fracturas por los dirigentes que aún se dejan llevar por las lógicas neoliberales.

"Aquí todavía hay dirigentes que se dejan llevar por la lógica del bipartidismo, eso se acabó en Venezuela", precisó Ochoa, al comentar que ahora se está usando a un sector de la juventud para intentar sembrar ideas contrarias a la política del Estado.

"Hay muchas iniciativas que tienen una buena visión del fenómeno que está viviendo Venezuela (...), porque se está usando a una generación vulnerable de jóvenes para desvirtuar una lucha", dijo la Ministra.

Destacó que existen planes orquestados, como por ejemplo, la oferta de visas por parte del embajador de Estados Unidos en Venezuela a los estudiantes de universidades.

Ante estos intentos injerencistas, Ochoa clama que nunca el pueblo deje de alzar su voz para defender un proceso que le ha dado mayor visibilidad, expresiones que para la Ministra son negadas por los deseos de las potencias mundiales, "desconocer la voz popular".