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El grupo de las siete economías más desarrolladas del mundo, conocida como el G7, advirtió este miércoles que tomará "acciones" si Rusia continúa apoyando la anexión de Crimea (Ucrania), que a su juicio no tendría "ningún efecto jurídico".
"En el caso de que la Federación Rusa tome ese paso, tomaremos acciones adicionales, tanto individual como colectivamente", alertó el G7 junto a líderes de la Unión Europea (UE) a través de un comunicado.
El G7 está conformado por: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.
"Llamamos a Rusia a que cese todos los esfuerzos para cambiar el estatus de Crimea en contra de la ley ucraniana y en violación de la ley internacional", insistió el grupo.
"Considerando la falta de una adecuada preparación y la intimidatoria presencia de tropas rusas, sería además un proceso profundamente viciado que no tendría fuerza moral. Por todas esas razones, no podemos reconocer su resultado", añadió el comunicado.
Según el G7, la anexión de Crimea a la Federación de Rusia será una "clara violación" de la Carta de las Naciones Unidas (ONU), y también una "violación" a compromisos rusos en diversos tratados.
Crimea realizará un referendo el próximo 16 de marzo sobre si la península debería formar parte de Rusia o permanecer bajo la tutela de Ucrania.
Esta votación responde a un voto unánime del Parlamento local de Crimea a favor de separarse de Ucrania para unirse a Rusia. El gobierno de facto ucraniano considera el referendo "inconstitucional".
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En Crimea, península bañada por el Mar Negro, vive casi un 60 por ciento de rusos, a lo que se suma un 25 por ciento de ucranianos, además de una minoría tártara, un 12 por ciento.
Movilización de tropas
Los países del G7 y la UE también llamaron a Rusia a "desactivar la crisis movilizando de retorno sus tropas a sus bases" en Ucrania y a "reducirlas a los niveles registrados antes de la crisis", así como a establecer un diálogo con Kiev (capital ucraniana).
"Recordamos a la Federación Rusa de nuestra decisión de suspender la participación en cualquier actividad relacionada a la preparación de la reunión del G8 en Sochi (sur ruso), hasta que haya un cambio de rumbo y el ambiente retorne a un punto en que el G8 sea capaz de mantener una discusión significativa", apuntaron los firmantes de la declaración.
Las tropas rusas se instalaron en Crimea, una región de fuerte presente étnica rusa, después del derrocamiento del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich el pasado 22 de febrero por grupos de la extrema derecha.
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Rusia tiene en Crimea la base de su flota Sebastopol, uno de los puertos claves del Mar Negro y según el último acuerdo firmado con el Gobierno ucraniano, Moscú mantendría ese puerto hasta, al menos, 2042.
Los ultraderechistas de Ucrania occidental amenazaron con enviar a esa región "trenes de amistad" con fuerzas para sofocar cualquier tipo de "resistencia".
El presidente ruso, Vladimir Putin, que califica la crisis en Ucrania como un "golpe anticonstitucional" y una "toma armada del poder" ante la salida de Víktor Yanukóvich del Ejecutivo, había aclarado que su país ha reforzado sus instalaciones militares para protegerlas de riesgos potenciales ante las amenazas crecientes que estaban recibiendo.
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