El consejero adjunto estadounidense para la seguridad nacional, Tony Blinken, informó este domingo que las próximas sanciones que Estados Unidos (EE.UU.) aplicará contra Rusia por su papel en la crisis ucraniana apuntarán principalmente a la industria de defensa de su país, así como a personas y sociedades allegadas al presidente Vladimir Putin.
"A partir de esta semana, en coordinación con nuestros aliados y socios, vamos a aumentar la presión sobre los allegados (a Vladimir Putin), las sociedades que ellos dirigen y a la industria de defensa", dijo el consejero.
Las nuevas sanciones internacionales, que podrían ser impuestas desde el lunes, están destinadas a detener las “provocaciones” de Moscú en el este de Ucrania, explicó un poco antes el presidente estadounidense Barack Obama.
Aunque está decidido a aplicar sanciones, Washington dijo que no aceptará la demanda de asistencia militar de los ucranianos ante la amenaza que representan las tropas rusas estacionadas cerca de sus fronteras, precisó Blinken.
"Aunque les enviáramos armas, eso no cambiaría en nada su capacidad de oponerse a Rusia", añadió el funcionario.
El consejero dijo que, en su lugar, Estados Unidos se concentrará en conceder ayuda económica a Kiev.
Los siete países del grupo del G7 decidieron este sábado extender las sanciones contra Moscú ante el aumento de la tensión en el este de Ucrania, donde está retenido desde el domingo un equipo de observadores internacionales.