Cerca de 30 personas murieron y otras 100 resultaron heridas producto de la toma del Parlamento que ejecutó la oposición del presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, liderados por miembros del ejército de ese país.
En horas de la tarde, los desestabilizadores tomaron el ente legislativo y según el hospital Blaise Compaoré, los decesos se finiquitaron por disparos y quemaduras tras el incendio del Parlamento.
Compaoré decretó también un estado de emergencia en el país e instó a la oposición a tomar la vía del diálogo para propiciar una transición política en Burkina Faso.