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Continúan las protestas para instar a las autoridades a supervisar los trabajos de explotación de los talleres anónimos

Continúan las protestas para instar a las autoridades a supervisar los trabajos de explotación de los talleres anónimos | Foto: El País.

Publicado 7 mayo 2015



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Ardió en llamas el mismo taller donde hace una semana murieron dos niños. Se presume que esta vez fue inducido, para borrar pruebas de explotación infantil.  

La Policía Federal de Buenos Aires (Argentina) informó que se incendió por -segunda vez- la vivienda que funcionaba como taller textil clandestino, ubicada en el barrio porteño Flores, en la que perdieron la vida dos menores de edad el pasado lunes 27 de abril, quedando atrapados en el primer siniestro, donde sus padres lograron huir ilesos.

Esta vez no se reportaron víctimas, ya que se encontraba vacío. Sin embargo, los bomberos voluntarios que controlaron el incedio, afirmaron que dentro de la casa se encontraban todas las pertenencias de los cinco trabajadores que elaboraban clandestinamente las prendas textiles.

Sospechas: Este segundo incendio se produjo poco tiempo después de la movilización convocada para este jueves en horas de la tarde por la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), con las rutas desde Diagonal Norte y Florida, hasta la Subsecretaría de Trabajo, en la que buscan denunciar las irregularidades de los talleres clandestinos y su falta de atención en Buenos Aires.

Durante esa misma manifestación, la CTA solicitará la renuncia del director de Protección del Trabajo, Fernando Macchi, a quien acusan de ser el responsable gubernamental del primer incendio.

En contexto:

De acuerdo con informaciones suministradas por los vecinos de la zona, la casa afectada operaba como taller textil clandestino, en cuyo sótano residían varias personas, entre ellas, los niños fallecidos y sus padres, quienes lograron escapar ilesos.

Se presume que el incendio primero pudo ser provocado por un corto circuito, debido a la colocación de instalaciones eléctricas de manera improvisada. Los servicios de luz en este tipo de negocios anónimos son precarios.

Los cuerpos de los infantes que perdieron la vida en el primer incendio, fueron encontrados abrazados con su perro al lado, del lugar era difícil salir, porque todas las ventanas estaban tapeadas, y en la única salida había una persiana, una reja y una puerta

Durante el primer siniestro, funcionarios hallaron objetos como máquinas de coser, rollos de telas, y afines, que respaldan las declaraciones de los vecinos, que señalan la vivienda incendiada como un taller textil clandestino.


Las protestas

El pasado 30 de abril, tres días después del primer incidente, diputados del Frente para la Victoria presentaron un proyecto de resolución a la Legislatura porteña, por la supuesta falta de control por parte de las autoridades de Buenos Aires sobre los talleres textiles clandestinos, que funcionan en el Distrito de la Floresta.

Antes de esta denuncia, ya los vecinos habían reportado a los policías casos de explotación infantil dentro del taller.

“La falta de control y complicidad en la Ciudad de Buenos Aires, que lleva a la existencia de talleres clandestinos, es alarmante. Son múltiples los casos de explotación infantil en talleres clandestinos y son, a su vez, muchas las denuncias que no son escuchadas por el Gobierno de la Ciudad”, expresó la diputada Carolina Gaillard (FPV-Entre Rios), autora del proyecto de declaración.

A estas tragedias se suma una sucedida el pasado 30 de marzo de 2006, en el barrio de Caballito, donde murieron seis personas, cuatro de ellas menores de edad. Luego de ese hecho, la Legislatura porteña sancionó una ley que declaraba la emergencia en materia de Industria de Indumentaria, pero nunca fue reglamentada.

Incendio estratégico para borrar pruebas de explotación infantil

Se presume que el incendio pudo haber sido provocado para borrar las pruebas de explotación infantil, comunes en estos sitios anónimos. La casa siniestrada, muestra hoy en sus paredes externas pintadas que gritan “basta de trabajo esclavo”, “ni un niño menos”, “esta ropa huele a muerte”.

Un vecino que lleva años viviendo en la zona, Omar Ruiz, insiste en que el taller fue incendiado por completo para desaparecer pistas que avalen las denuncias que ha hecho la organización La Alameda acerca de trabajos forzosos y explotaciones a niños, en beneficio de grandes industrias y marcas textiles reconocidas en el mundo como lo son Adidas, Zara y Puma, aunque éstas niegan relación alguna.

Este graffiti en las paredes de la casa incendiada fue una medida de protesta de los vecinos para acabar con la explotación infantil.

Sin embargo, los policías que custodiaban el taller no saben explicar cómo sucedieron los hechos. La casa quedó totalmente destrozada y ahora no se podrán encontrar pruebas.


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