La alcaldesa no tenía guardaespaldas, a pesar de que ya había recibido amenazas por parte del CJNG.
La alcaldesa del municipio mexicano de Cotija, en el estado de Michoacán, Yolanda Sánchez Figueroa, fue secuestrada este sábado por un grupo armado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), informó este domingo la Fiscalía de Jalisco, en el occidente del país.
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Yolanda Sánchez Figueroa, que viajaba a Guadalajara, Jalisco, en compañía de dos familiares, fue secuestrada en la ciudad de Zapopan, cuando ella y sus acompañantes salieron de un centro comercial, alquilaron un coche y se dirigían a su hotel.
La alcaldesa no tenía guardaespaldas, a pesar de que ya había recibido amenazas por parte del CJNG.
#Mexico: La alcaldesa del estado de #Michoacan fue secuestrada por presuntos sicarios del narcotráfico en el vecino estado de Jalisco (oeste), informaron autoridades locales. La víctima es Yolanda Sánchez Figueroa, quien fue raptada en un suburbio de la ciudad de Guadalajara. pic.twitter.com/soro0Kb7uj
— UCV Radio 103.5 FM (@ucvradio) September 25, 2023
Según reportes, las mujeres fueron interceptadas por individuos armados y un grupo de personas que iban en coche con fusiles de asalto en las manos.
La Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas anunció que había iniciado una investigación para localizarla. "Desde que tomó conocimiento la FEPD desplegó operativos con trabajo de investigación en gabinete y campo, para dar con el paradero de la funcionaria pública. La Fiscalía del Estado de Jalisco mantiene comunicación con las autoridades de la vecina entidad, para fortalecer las labores que se realizan y esclarecer los hechos".
En abril de este año, la funcionaria empezó a recibir amenazas por parte del CJNG, que le exigía ceder el espacio de Seguridad Pública a policías estatales que estaban en connivencia con los delincuentes, recogen medios locales. Sánchez Figueroa se negó y reforzó las fuerzas de seguridad municipales, y solicitó apoyo al Ejército.
Poco después, miembros del CJNG irrumpieron en el municipio, atacaron la sede de la Policía, utilizando fusiles de asalto y explosivos, quitándole la vida a dos agentes. Después se produjeron varios ataques contra las autoridades y la Policía de Cotija, que obligaron a los agentes a abandonar el municipio y refugiarse en pueblos vecinos, y requirieron la intervención de los militares.