Cada 21 de junio Venezuela conmemora el Día de los mártires de la Revolución Bolivariana, día en el que Fabricio Ojeda fue asesinado en los calabozos del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA).
Siendo un joven revolucionario, Ojeda presidió la Junta Patriótica contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez que llegó a su fin en enero de 1958.
En diciembre de 1958 Fabricio Ojeda es elegido diputado del Congreso Nacional, rápidamente reconoció la traición del Pacto de Punto Fijo al espíritu popular del 23 de Enero, por lo que renunció al cargo en 1962 y así poder asumir la lucha armada como vía a la conquista de la liberación nacional y el socialismo.
Considerado protagonista de la revolución venezolana, Ojeda fue detenido por el Ejército el 12 de octubre de 1962, y condenado por el Consejo de Guerra Occidental a 18 años y 8 meses de prisión.
El 15 de septiembre de 1963 logra fugarse de la Cárcel de Trujillo, junto a un grupo de compañeros y se reintegra a la guerrilla, donde obtiene el grado de Comandante del frente José Antonio Páez y presidente del Frente de Liberación Nacional (FLN).
El 17 de junio de 1966 fue capturado en La Guaira. El 21 de junio, cuatro días después, fue asesinado por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA), en complicidad con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del Gobierno estadounidense.
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