El papa Francisco calificó como "deplorable" la filtración de documentos económicos del Vaticano publicados en dos libros, que permitieron la detención de dos sacerdotes.
Se trata del sacerdote español Lucio Angel Vallejo y la experta italiana en redes sociales Francesca Chaouqui, quienes pertenecían al grupo formado en 2013 para la reforma económico-administrativa de la Curia Romana.
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"Quiero decir antes que nada que robar estos documentos es un delito. Es una equivocación. Es un acto deplorable y que no ayuda", dijo el Papa tras el rezo del Ángelus.
Agregó además que muchos católicos están "turbados por las noticias que han circulado en estos últimos días a propósito de documentos reservados de la Santa Sede que han sido sustraídos y publicados", sin embargo, apuntó que "ya se han tomado medidas que están dando sus frutos".
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El sumo pontífice aseguró que habría pedido "hacer ese estudio" sobre las finanzas del Vaticano y que los resultados "ya los conocían bien".
"Pero quiero deciros que este triste hecho no me desvía ciertamente del trabajo de reformas que estamos realizando junto con mis colaboradores y con el apoyo de todos vosotros", expresó el máximo líder de la Iglesia católica.
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En contexto
Vatileaks fue el nombre que recibió el escándalo que se registró en el Vaticano tras el robo y filtración de documentos reservados de Benedicto XVI en el año 2012 y por el cual Paolo Gabriele, mayordomo del entonces Sumo Pontífice, fue condenado a 18 meses de prisión.
En enero de 2012, la televisión italiana La 7 publicó unas cartas enviadas al Papa por parte del nuncio de Estados Unidos y exsecretario general del Gobierno de la Ciudad del Vaticano, Carlo Maria Viganó, en las que denunciaba la “corrupción, prevaricación y mala gestión” en la administración vaticana.
Este hecho representa uno de los cuestionamientos que realizan algunos sectores a la Iglesia católica por su vinculación con el lavado de dinero, la pederastia y la falta de credibilidad.