La campaña de Hillary Clinton para la presidencia de Estados Unidos (EE.UU.) avanza en los sondeos pero se ve empañada por la investigación que acusa a la Fundación Clinton de haber recibido dinero de empresas extranjeras a cambios de favores políticos, cuando la actual candidata era Secretaria de Estado.
Se trata del libro Clintons’Cash (El Dinero de los Clinton), escrito por Peter Schweizer, exredactor de los discursos del exmandatario George W. Bush, en la cual vinculó donaciones a la Fundación Clinton con decisiones de política exterior tomadas por el gobierno de EE.UU.
La publicación sostiene que varias instituciones extranjeras pagaron cuantiosas sumas de dinero a la Fundación Clinton a cambio de favores otorgados por el departamento de Estado en la jefatura de Hillary Clinton. El texto hace un repaso por el acuerdo de libre intercambio con Colombia, que favoreció a un donante de la Fundación, proyectos de desarrollo luego del terremoto de Haití en 2010 y más de un millón de dólares pagados a Bill Clinton por un banco canadiense implicado en el oleoducto Keystone XL en el periodo en que el proyecto estaba siendo estudiado por el Departamento de Estado
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La publicación afecta la imagen que quiere proyectar Hillary Clinton como representante de la clase media, debido a que entre 2001 y 2012 su familia tuvo un ingreso de 136,5 millones de dólares.
Además, el diario The New York Times reveló que hay un acuerdo entre el autor del libro y los mayores medios norteamericanos (Washington Post, Fox News y el mismo Times) para profundizar en algunos temas de la investigación.
Pese a la sombra que significa este libro para la candidata presidencial, según un sondeo del canal CNN Clinton lleva un 69 por ciento frente al vicepresidente Joe Biden, que tiene 11 por ciento.
Clinton dijo estar preparada para ser "objeto de una serie de ataques. Estoy lista para esto. Sé que, lamentablemente, forma parte de las cosas".
EN CONTEXTO
Hillary Clinton es abogada y política. En 2008 disputó la candidatura interna del Partido Demócrata con el ahora presidente Barack Obama.
Con 67 años de edad, la ex primera dama es por el momento la única aspirante a la investidura presidencial demócrata en estos nuevos comicios.