El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró este viernes que la inmigración es un privilegio y no un derecho, durante su primer encuentro oficial con la canciller de Alemania, Angela Merkel, en la Casa Blanca.
"La inmigración es un privilegio, no un derecho y la seguridad de nuestros ciudadanos debe siempre ser puesta en primer lugar. No hay dudas de eso", afirmó el mandatario republicano, cuyo actual veto migratorio fue bloqueado nuevamente por la justicia estadounidense.
Para Trump, la prioridad de ambas naciones debe ser "proteger a sus ciudadanos de aquellos que tratan de difundir el terrorismo, el extremismo y la violencia dentro de nuestras fronteras".
A su vez, el magnate acotó que tiene "algo en común" con la canciller alemana, y es que ambos fueron espiados por orden del expresidente de EE.UU., Barack Obama.
"Sobre las escuchas telefónicas de la anterior Administración al menos tenemos algo en común", dijo.
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