Al menos 120 mil personas salieron a las principales calles y avenidas de Tokio (capital de Japón) para exigir al primer ministro Shinzo Abe detener a la brevedad posible la aprobación de la ley de Seguridad que discute el Parlamento.
Durante la multitudinaria movilización considerada la de mayor afluencia en los últimos 50 años, los japoneses consideraron justo y necesario poner fin a un proyecto de ley que permitirá a Japón desplegar tropas fuera del territorio nacional por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Pese a la inconfomidad de los habitantes de ese país asiático, el secretario general del gobernante Partido Liberal-Demócrata (PLD), Sadakazu Tanigaki, sostuvo que la discusión de la ley continuará en el Senado antes de ser finalmente oficializada.
De acuerdo con una encuesta realizada por el diario Nikkei, de aprobarse la polémica ley de Seguridad a mediados de septiembre de este año, la impopularidad del Gabinete de Shinzo Abe podría seguir descendiendo como ha ocurrido en los últimos meses.