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  • Nelly Ramos Tovar, cofundadora del Grupo Folklórico y Experimental Madera, quien perdió a sus tres hermanas en el incalificable hecho del 15 de agosto de 1980 ofreció su dolor, su recuerdo, su visión y su esperanza de Justicia.
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    Nelly Ramos Tovar, cofundadora del Grupo Folklórico y Experimental Madera, quien perdió a sus tres hermanas en el incalificable hecho del 15 de agosto de 1980 ofreció su dolor, su recuerdo, su visión y su esperanza de Justicia.

El 15 de agosto de 1980 parecía un día normal en Caracas, y sin embargo una noticia salida del fondo de la tierra del sur venezolano y de su padre río, el Orinoco, sacudió por completo las horas del país.

El 15 de agosto de 1980 parecía un día normal en Caracas, y sin embargo una noticia salida del fondo de la tierra del sur venezolano y de su padre río, el Orinoco, sacudió por completo las horas del país. Desde las apartadas regiones del estado Amazonas comenzaron a llegar fragmentos noticiosos que luego fueron conformando el cuadro desolador de la verdad. Había naufragado una embarcación que llevaba músicos, gente de teatro, artistas… “Chichón”, “Barquisimeto”… Ahí estaba, de San Agustín, el “Madera”

 

Es muy importante la recopilación hemerográfica e histórica que ha realizado Nelly Ramos, nacida el 27 de octubre de 1953 en Caucagua, estado Miranda, psicóloga de profesión como de vocación, música, investigadora, recopiladora y excelente productora, co fundadora del Grupo Folklórico y Experimental Madera, y quien no viajó al Amazonas porque precisamente estaba resolviendo administrativamente asuntos del grupo en función de ese viaje. Nelly perdió a todas su hermanas en las aguas del Orinoco.

Ante la pregunta en torno a ¿Qué era el grupo Madera? Nelly Ramos hizo esta síntesis:

“Esta pregunta la contestó acertadamente el ferviente investigador y antropólogo Esteban Emilio Mosonyi, a través de su escrito “Marginales bajo las aguas. Reflexión a partir del Madera”, publicado en el Diario El Nacional el 14 de septiembre de 1980. En la misma comentó: “He sido siempre un admirador incondicional de la cultura afrovenezolana y de nuestras culturas populares en general. Dentro de este contexto el trabajo del Grupo “Madera” debe considerarse como excepcionalmente brillante. Sus fuentes de inspiración se hallaban en Barlovento, de donde eran oriundos. Sus faenas diarias tuvieron por escenario la populosa urbe de Caracas –sus barrios populares- donde se atrincheraron para luchar contra la imitación fácil de lo seudouniversal envolvente, contra la desmovilización permanente de la identidad. Ellos, como pocos, han sabido conjugar dentro de su dinámica creadora la pureza de los orígenes con la libertad de inspiración y la facultad innovadora. No les dio temor hermanar las manifestaciones afroantillanas con las formas culturales más características del negro venezolano ni con el ritmo vertiginoso de la salsa contemporánea. Lejos de perder coherencia expresiva mediante su labor multifacética, lograron sentar una verdadera cátedra de autenticidad, de identidad genuinamente sentida y de universalidad vinculante a todos los pueblos del mundo (…) No era por vez primera que esta gente espléndida se comunicaba con el indígena y sus problemas. Ellos siempre han ofrecido su apoyo incondicional en la lucha contra las Nuevas Tribus, que el Movimiento por la Identidad Nacional adelanta en contra de los invasores norteamericanos del Amazonas venezolano cuya sola presencia es una llaga abierta y sangrante en el corazón de la patria”.

“Por otro lado, el periodista (lamentablemente ya fallecido) Ángel Méndez como editor de la revista Swing Latino, en su edición N.º 4, de enero del 78, comentó “El pasado mes de noviembre surgió en Marín (populosa barriada de San Agustín del Sur, Caracas) un grupo con todos los hierros, bravo de verdad, pura madera. Allí, precisamente estaba el nombre “Grupo Madera”. Bastó una conversación en una fiesta por la Vuelta de Casquillo para conformar este nuevo grupo que, hasta los momentos no ha sonado pero, según lo observado por nosotros, va causar furor entre los amantes de la música latina”.

“La periodista Jessie Caballero, desde el Diario de Caracas, en su nota del 30 de agosto del año 1979, en su apreciación del Grupo Madera, realizó el siguiente comentario “El espectáculo que montan esporádicamente en los teatros caraqueños tiene calidad y mueve a los espectadores a pesar de que no cuentan con ninguna subvención del Estado, no tienen local y deben pagar el vestuario y los instrumentos con las entradas económicas de los miembros del grupo. Así, las secretarias, una trabajadora social y un motorizado, más los músicos profesionales del grupo, dejan todos los meses una partecita del sueldo para los fondos de Madera”.


 

Canto al mañana (Ricardo Quintero)

 


 

“La Revista Páginas en su edición Nro. 1310 del 22 de marzo de 1980, publicó una nota titulada “plap..plap para el Madera”cuyo contenido decía: “Realmente no existen palabras para expresar lo bueno que es el grupo “Madera”, por eso mi título lo constituyen dos plap, pero elevados a una potencia infinita. Los aplausos no solo por su excelente interpretación de las diversas expresiones negras del Caribe y de los Valles del Tuy, sino por su constancia, por su sacrificio, por su empeño en rescatar nuestra música, porque a pesar de que no tienen dinero para adquirir sofisticados instrumentos, se valen de todo para reproducir los sonidos negroides a la perfección; a pesar de que no cuentan con grandes ingenieros de grabaciones, ni están fogueados con el público, logran producir su primer L.P. con tanto cariño y autenticidad, que los expertos en el mundo discográfico les pronostican que será uno de los grupos más poderosos del país, sin caer en el estilo tan rayado de la salsa. De nuevo muchos plap…plap para los muchachos de Marín”

“Dos días antes de partir a Puerto Ayacucho, el periodista Gregorio Montiel Cupello desde la sección “Música”de El Nacional, el día 10 de agosto de 1980, publica la última entrevista realizada al Grupo Madera y en el resumen de la misma acotó “El próximo martes el Grupo Madera inicia una gira que le permitirá llevar un mensaje de música afroamericana a Puerto Ayacucho y diversos lugares del Territorio Amazonas. Luego estarán en Mérida en otra gira que se extenderá hasta el 3 de septiembre. Mientras preparan su disco próximo, los 18 integrantes del conjunto expresan el afán de continuar impulsando una voz afroamericana genuina, sin falsificaciones ni mal gusto”

Desde el mes de noviembre del año 1977, ocasión en la que el Grupo Madera realizó su primera aparición, hasta el mes de agosto del año del 1980, llegó a cumplir 110 presentaciones siendo la última en Puerto Ayacucho. Sus principales escenarios fueron barrios, escuelas, liceos, universidades, Poliedro de Caracas, programas de televisión, instituciones culturales o no, plazas y todo acto de apoyo o solidaridad en el que fuese requerida su presencia (con los trabajadores, los pueblos de Cuba, Nicaragua, El Salvador, Honduras y africanos entre otros). El cobro de honorarios no estaba estipulado como condición para cumplir con una invitación. La propuesta artística, aunque de carácter sociocultural, era de esencia profundamente política y revolucionaria con la particularidad de nunca llegar a contemplar la posibilidad de recostársele a ningún partido o gobierno de turno para lograr sus objetivos, ni obtener beneficios o privilegios.


 

Repertorio e instrumentos

En torno a este tema, Nelly Ramos acota: “La música, el canto y la danza fueron sus únicos instrumentos de lucha. En todo caso, la visión del grupo promulgaba la interpretación de los sentimientos colectivos, y hacerlos llegar al corazón de la gente más que a la mente. Desde esta perspectiva, Alejandrina Ramos, Ricardo Quintero y Juan Ramón Castro principalmente, asumieron con gran responsabilidad las composiciones del repertorio que identificó y le dio identidad al grupo. En su misión estuvo comprender los fenómenos sociales que acontecían a su alrededor para hacerlos canción. Venciendo la resistencia de la industria disquera “Madera” logró grabar un primer LP al igual que participar en el Documental “El Afinque de Marín” que con pasión, dedicación y paciencia fue realizado por Jacobo Penzo.

Por su parte, Jesús “Chú” Quintero, haciendo honor a su dedicación a la investigación se le puede distinguir como precursor de la llegada del tambor Batá a Venezuela. Él, en su búsqueda de información, acompañado del “Pavo” Frank Hernández partió a Cuba en el año 1978, y de allí trajo las medidas de esta batería de tambores que en San Agustín fueron después elaborados por el artesano Carlos Gutiérrez. Fueron los tambores Batá de color blanco que utilizó el Grupo Madera y que también quedaron en el rio Orinoco.

El recuerdo

Nelly Ramos Tovar, cofundadora del Grupo Folklórico y Experimental Madera, quien perdió a sus tres hermanas en el incalificable hecho del 15 de agosto de 1980 ofreció su dolor, su recuerdo, su visión y su esperanza de Justicia, por la que continúa luchando 41 años después, pues Nelly Ramos mantiene viva la llama pura de sus compañeros mártires:

“Parece que fue tan solo hace pocos días en los que un grupo de jóvenes habitantes de la parroquia San Agustín, entre animados y entusiastas, ultimaban detalles para realizar una gira fluvial a través de los pueblos originarios del Estado Amazonas. Tal hecho obedeció a una invitación emitida por la Dirección y Promoción del Consejo Nacional de la Cultura, a cargo de Levy Rossell Daal, también director para ese entonces del Plan Nacional de Animación Cultural.

El compromiso consistía en participar en una gira en Puerto Ayacucho atendiendo un cronograma que originalmente se llevaría a cabo entre el 06 y el 18 de agosto de 1980, con una pauta que se iniciaría el día 06 en Puerto Ayacucho, el 09 en Samariapo, el 12 en San José, el 15 en Moriche y el 18 en San Fernando de Atabapo. Se finiquitaron los trámites, con boletos de viaje por Aeropostal incluidos”.

Recuerda Nelly Ramos que el Conac les canceló el 50% de un total de 22.500,00 bolívares (de los de antes) por concepto de honorarios profesionales. “A todos los viajeros le cayó muy bien para dejar surtidas a sus familias”.

La partida del viaje fue el 12 de agosto con retorno para el día 19, debido a una modificación del cronograma oficial. Ese día partieron Luis Orta, Ricardo Orta, Jesús “Chú” Quintero, Ricardo Quintero, Nilda Ramos, Tibisay Ramos, Alejandrina Ramos, Lesvy Hernández, Héctor Romero, Carlos Daniel Palacios, Alfredo Sanoja, Felipe Rengifo, Marcela González y Juan Ramón Castro.

“El resto del grupo se quedaba en Caracas para cumplir labores complementarias que tenían que ver, precisamente, con ese viaje: mi persona, Nelly Ramos, José Rivero, Faride Mijares y Miriam Orta. Se supo que el día 13 de agosto los muchachos estuvieron disfrutando en “El Tobogán de la Selva”. El día 14 realizaron su primera actuación en el Polideportivo de Puerto Ayacucho, con notable éxito. Sería esa la última actuación del Grupo Madera, el surgido en San Agustín, el grupo original”.

Lo que aconteció aquél 15 de agosto

Nelly Ramos abre su memoria, reforzando el recuerdo con el amor a los suyos: “El día 15 a las 8:00 am comenzaron lo que iba a ser un recorrido fluvial de 14 horas. Tenían todavía comunicación con nosotros. Con río crecido y mal tiempo, se “alistó” la embarcación falka “Esther” la cual saldría del puerto fluvial de Samariapo con destino a San Fernando de Atabapo. Tal embarcación fue ocupada por un grupo de 45 personas entre las que además se encontraban los integrantes del Grupo de Teatro Infantil “El Chichón” de la Universidad Central de Venezuela, el Grupo “Unión Cultural de los Barrios” de Barquisimeto, y oficiales de la Marina de Guerra”.

En el recuerdo de Nelly Ramos surge la angustia:

“No terminaba de concluir la mañana de ese día cuando en Caracas, los medios de comunicación comenzaron a transmitir avances que hacían referencia a la zozobra de una embarcación en el río Orinoco cuyos ocupantes eran unos jóvenes que formaban parte de un Campamento organizado por el Ministerio de la Juventud. La contundencia de esta información aún cuando impactante, por su contenido permitió suponer que los muchachos estaban exentos de tal situación puesto que ni habían asistido a un campamento fluvial, ni tampoco estaban involucrados con el Ministerio de la Juventud, pero en la medida que la noticia comenzó a cobrar contundencia y mayor frecuencia de difusión, se fueron afinando detalles donde en forma intermitente proporcionaban nombres de los ocupantes de la embarcación que se hundió frente a la Isla de los Venados, saliendo a relucir el nombre de los integrantes del Grupo Madera como parte de las víctimas”.

La historia

 


 

Dolor Mayor

Refiere Nelly Ramos que al barrio Marín de la Parroquia San Agustín comenzaron a llegar personas de todos los rincones de la ciudad, convirtiéndose sus calles en una gran concentración que entre la incertidumbre y la desesperación esperaba conjuntamente con los familiares alguna noticia alentadora sobre los sobrevivientes. A mediados de la tarde se dio a conocer la noticia de que solo tres integrantes habían sido rescatados con vida, más se mantenía la esperanza de que en algún momento pudiesen aparecer otros. No ocurrió así.

“Fue entonces cuando familiares y amigos se movilizaron para partir hacia Puerto Ayacucho. Entre las personas que se pueden recordar, estuvieron José Peña, Carlín Rodríguez, Pedro Rengifo, Rosa Acosta, Noel Márquez, Luis Ramos, y del exterior se trasladó Carlos Enrique Orta para incorporarse también a las labores de rescate”.

Y mientras la consternación caía sobre San Agustín, una de las más emblemáticas zonas musicales de Caracas, pasaba igual en toda la capital, y en todo el país. No era para menos: un grupo de cantores, de creadores, de actores y actrices, perdían la vida en el río padre, el Orinoco. ¿Por qué?

Homenaje

 


 

Lo vivido después del 15 de agosto.

“Al tanto de conocer que los cadáveres serían trasladados en un Avión de la Fuerza Aérea, mucha gente se movilizó al Aeropuerto de Maiquetía a recibirlos. Entre dantesca y dolorosa se convirtió la escena al observar un avión de donde surgían ataúdes de los que solo se podía conocer el nombre que tenían colocado: Juan Ramón Castro, Jesús 'chu' Quintero, Tibisay Ramos, Luis Orta y Lesvy Hernández. Ya en horas de la noche, el espacio posterior al Teatro Alameda, se había convertido en una funeraria gigante para realizar un primer velatorio, puesto que era una primera parte de los cadáveres rescatados. Cinco ataúdes fueron dispuestos en forma de columna agolpados por una multitud que bañada en llanto también reflejaba indignación”.

Nelly Ramos se encontraba en cinco meses de gestación de su primer hijo. En su estado de impotencia como pudo se abrió paso para llegar hasta una tarima existente en el lugar y así saludar a sus compañeros recitándoles “El Corrido del Negro Lorenzo” poema de Miguel Otero Silva (el grupo lo dio a conocer como “La Negra Lorenza”). Ello como parte de un repertorio que el grupo difundió orgullosamente. Este día fue el comienzo de una interminable vigilia que marcharía al margen de la espera de los cuerpos restantes.

 

Lo que vino después

“Los cuerpos de David Colina, integrante del Grupo de Teatro Infantil “Chichón”, Alfredo Sanoja y Nilda Ramos fueron localizados el día 17 de agosto. A medida que aparecían los cuerpos (excepto el de David Colina) eran trasladados a la Funeraria Santo Rostro en la Parroquia Santa Rosalía. Nilda y Tibisay Ramos después de Caracas, fueron trasladadas a la población de Sotillo, Higuerote, Estado Miranda donde se les rindió cristiana sepultura”.

Las labores de rescate el gobierno de turno pretendió suspenderlas sin haber concluido la búsqueda de los integrantes que estaban sin aparecer. Esta situación ocasionó una gran movilización en la parroquia San Agustín y entonces los habitantes procedieron a trancar la avenida Francisco Fajardo (hoy Gran Cacique Guaicaipuro) como medida de protesta. La continuidad de la búsqueda fue muy tímida hasta que finalmente fue suspendida.

“Transcurrido más de un mes, exactamente el día 22 de septiembre el cuerpo de Héctor Romero “Pichón”, fue localizado, atrapado en un banco de ramas en un lugar conocido como “Pata de Gallo” en el raudal Carestía. En definitiva, de los integrantes del “Madera” que en total partieron al viaje, tristemente regresaron 3 sobrevivientes: Felipe Rengifo, Carlos Daniel Palacios y Marcela González a quien le correspondió regresar por sus propios medios desde Maracay donde fue dejada a su suerte. Y como saldo de esta catástrofe, el río Orinoco conservó en sus entrañas para no regresarnos jamás, los cuerpos de Ricardo Orta, Ricardo Quintero y Alejandrina Ramos, mi hermana”.

A partir de ahí la historia de desencuentros desemboca en la impunidad. Un Estado (IV república) que jamás reconoció su responsabilidad y un Estado (V República) llamado reconocer la impronta cultural del grupo Madera de 1980 y a asumir la reparación.

Alí Primera. Tin Marín

 


 

El pueblo venezolano canta con Alí Primera: Solo se mojaron/ y en la orilla están/ secándose al Sol/ pronto volverán…

Solo se pide memoria histórica, y Justicia.

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