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  • Muchos venezolanos y caribeños, como tal vez muchas personas en todo el planeta echan a andar la memoria hacia la ciudad primogénita del continente, Cumaná, capital del estado Sucre para visualizar las lecciones que el doctor Keshava Bhat dejó desde este lugar del oriente de Venezuela.
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    Muchos venezolanos y caribeños, como tal vez muchas personas en todo el planeta echan a andar la memoria hacia la ciudad primogénita del continente, Cumaná, capital del estado Sucre para visualizar las lecciones que el doctor Keshava Bhat dejó desde este lugar del oriente de Venezuela.

Keshava creía que las soluciones más adecuadas para combatir los crecientes problemas de salud en el mundo.

Desde que el doctor Bhat comenzó su residencia y sus enseñanzas en Cumaná en muchísimos hogares se vivió y se comió mejor, mucho mejor.

Y no se trataba de que la mesa estuviera repleta, sino sana. Al menú hogareño se fueron agregando zanahorias, remolachas, berro, quimbombó, mucho pescado, y una considerable profusión de frutas y granos.

El coco se transformó en imprescindible, y un poco más allá las hojas de Ben (la famosa Moringa de la que hablaba Fidel Castro) se hicieron cotidianas para privilegiar los vegetales y la carne marina. La población cumanesa aprendió a valorar las frutas silvestres, tomadas directamente de la mata.

En Cumaná se supo que era posible no lavarse la cara con jabón (pues se aprendió a lavarla con el agua del arroz y los garbanzos), que los vegetales amarillos son ricos en vitamina A, B y betacaroteno, que los vegetales blancos son buenos para el corazón, que la comida tiene que combinar elementos, olores, colores, (sí, colores) y, claro, sabores. Cumaná aprendió, en los discípulos de Bhat a observar los indicadores de la salud.

En fin, que muchas cosas se mostraron en otra dimensión con Keshava Bhat, a quien, con el paso del tiempo, la experiencia, y las dolencias, se aprendió a valorar y a amar.

Keshava Bhat escogió a Cumaná para vivir. El mundo lo perdió el 25 de julio de 2010.


Keshava

“Si alguna vez, algún escéptico se preguntó si hay alternativa para esta sociedad de consumo, que ha conspirado contra el éxito de las experiencias socialistas más exitosas le recomiendo que se adentre en el mundo del naturismo tropical, donde encontrará un estilo de vida autosostenible, sustentable, en armonía con la naturaleza y con el hombre.

El naturismo tropical enfatiza el aspecto humano en la producción de los alimentos y bienes de consumo para este lado del mundo, para hacer posible una comida natural y sana.

Su comprensión de la totalidad, como lo hacían nuestros pueblos antiguos, considerando siempre los valores humanos, el respeto y el amor por la naturaleza en la producción económica al servicio de la humanidad, lo convierten en una alternativa consistente para quienes creemos que es posible la transformación profunda de la sociedad y del hombre”. Así pensaba y así actuó el doctor Keshava Bhat.

El doctor Pallathadka Keshava Bhat nació el 3 de enero de 1940 en la provincia de Karnataka, al sur de la India. Sus padres, Pallathadka Subraya Bhat y Lakshmi Amma lo criaron y educaron en contacto permanente con la naturaleza y le inculcaron un gran amor por la misma, según se desprende de las conversaciones que sostenía con sus numerosos alumnos.

Su infancia y juventud transcurrieron tranquilamente en la densa selva india donde jugaba con todo tipo de animales y plantas. Su padre era el director de la escuela de su pueblo y lo motivó a que siguiera una vida científica y académica, por lo que al terminar la secundaria se fue a estudiar en la Universidad de Madras, donde obtuvo tres títulos con honores y además logró dominar más de siete idiomas.

En 1969 viajó a Venezuela y se instaló con su esposa Lie Devaki en Cumaná, donde nacieron sus cuatro hijos. En Cumaná fue contratado por la Universidad de Oriente como profesor titular y ejerció la docencia hasta 1987, enseñando botánica en cursos de pre y postgrado.

Ya para 1970 había fundado la Chara Chakra, una especie de jardín botánico donde sembró mas de 150 plantas medicinales y frutales a las que consideró importantes para el ser humano.

Numerosas personas de todos los rincones de Venezuela y del mundo pasaron por ese hermoso lugar, rodeado de cocoteros y plantas de todo tipo, para reconocer que es posible otro estilo de vida con un poquito de voluntad, disciplina y amor por uno mismo, la naturaleza y sobre todo de amor al prójimo.

El doctor Bhat fue miembro del Comité de Expertos en Plantas Medicinales de los países en vías de desarrollo (elegido en un congreso de la OMS en 1990).

En 1992 participó en la Cumbre de la Tierra organizada en Río de Janeiro, Brasil (la misma donde Fidel Castro pronunció un histórico discurso en defensa del planeta) y el mismo año presentó sus estudios en la Conferencia Mundial sobre Nutrición y Salud realizada en Roma. Posteriormente, en 1998 presentó sus trabajos en la Conferencia Internacional sobre Plantas Medicinales celebrada en Bangalore, India.

Enseñanzas

Keshava creía que las soluciones más adecuadas para combatir los crecientes problemas de salud en el mundo, especialmente en los países en desarrollo, eran la autosustentación, una educación apropiada, el correcto uso de los recursos naturales y la implementación de los cambios adecuados en los hábitos de vida.

Siempre creyó y trabajó por el desarrollo de agricultura ecológica, el ecoturismo controlado, los centros de salud naturistas, la generación de energía limpia a partir de tecnología sustentable y los sistemas educativos integrados.

El Naturismo Tropical fue una prédica constante del doctor Bhat en países como su tierra adoptiva, Venezuela, Perú, Colombia, Bolivia, México, Brasil, República Dominicana, Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá, Francia, Guadalupe, España, Italia y su tierra natal, India.

Su obra fundamental se refleja en los miles de hombres y mujeres que al encontrar un estilo de vida más armonioso con la naturaleza y con su entorno, no sólo han sanado enfermedades crónicas, incurables, sino que han encontrado un modo de ser más feliz con ellos mismos, con la familia y la comunidad.

Su obra también se puede encontrar en en sus textos: El Herbolario Tropical, Bases del Naturismo, ¿Qué, cómo, cuándo comer?, El sentido de la vida, El maravilloso mundo linfático, Desde el embarazo hasta la muerte, El Cosmos, La Vuelta al Conuco y muchos apuntes hechos durante su travesía vital.

Además del Naturismo Tropical, el doctor Keshava Bhat fue un gran estudioso de la astronomía. Dio a conocer su teoría del túnel espiralado, según la cual los planetas no giran en una órbita elíptica alrededor del sol, sino que van detrás del mismo describiendo una órbita espiralada mientras viajan por el espacio.

Se sabe que la NASA se propuso analizar la teoría pero no le garantizaron a Bhat sus derechos de autor, algo que suele pasar en capitalismo, así sea sideral. Por esta razón el doctor Bhat negó a la NASA la publicación de sus estudios.

El doctor Bhat murió el 25 de julio de 2010 en una de sus horas preferidas, las cuatro de la madrugada. Pareciera que hubiera escogido el día pues, como se sabe, elx 25 de julio es el 'día fuera del tiempo' del sabio calendario de los Maya.

Esa madrugada Bhat se despertó, despertó a su esposa, y le dijo con toda tranquilidad que fuera a la ventana a ver la hermosa luna llena; cuando su compañera se deleitaba con la imagen del cielo, oyó un profundo suspiro de despedida. Estaban de viaje en Estados Unidos.

Sus restos fueron llevados a su tierra natal, en India.

Quedan sus enseñanzas, centenares de reeducadores en Venezuela y otras naciones y el compromiso adquirido por parte de sus seguidores de revisarse y ser radicales en la defensa de la vida, aunque la industria (de todo signo) se oponga. ¿Será mucho pedir que se vuelvan a publicar sus obras y se preste atención a su legado?


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