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  • Las cifras oficiales de esta matanza nunca se conocieron, pero se estima que entre 300 y 500 personas perdieron la vida el 2 de octubre de 1968.
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    Las cifras oficiales de esta matanza nunca se conocieron, pero se estima que entre 300 y 500 personas perdieron la vida el 2 de octubre de 1968.

El pueblo mexicano ha sido víctima de represiones, amenazas y masacres masivas, que en su mayoría han quedado impunes. La matanza en Tlatelolco hace 47 años fue una de las más grandes que se ha registrado en México hasta la actualidad.

El 2 de octubre de 1968, la Plaza de las tres Culturas de Tlatelolco en la Ciudad de México fue el escenario de una gran masacre en la que cientos de ciudadanos, en su mayoría estudiantes, perdieron la vida a causa de represiones de las fuerzas policiales.

Dos meses antes, los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en compañía de otras casas de estudios así como profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionales de la capital de México, conformaron el Consejo Nacional de Huelga e iniciaron una serie de manifestaciones en contra del Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

EL DATO: El irrespeto a los Derechos Humanos, a las libertades civiles y la autonomía universitaria, así como el difícil acceso a la salud, educación, empleo y alimentación; y la organización de los Juegos Olímpicos en medio de dificultades, fueron los detonantes para las diversas protestas sociales durante 1968.

En septiembre de ese mismo año, este gran movimiento social comenzó a sufrir severas represiones, cuando fuerzas del Ejército tomaron la Ciudad Universitaria y detuvieron a unos de 100 estudiantes, muchos de ellos líderes de las protestas. Asimismo, para ese entonces, se contabilizó un aproximado de 12 fallecidos.

Ante las crecientes represiones y en medio de un ambiente muy tenso, los líderes que del Consejo Nacional de Huelga que no habían sido detenidos, convocaron a una gran manifestación en la Plaza de las Tres culturas en Tlatelolco para el 2 de octubre.

Lea aquí→ La matanza de Tlatelolco, la lucha estudiantil sigue vigente

A pocos minutos de iniciada la protesta, un helicóptero del ejército mexicano lanzó unas bengalas sobre la multitud, y bajo esta señal,  los militares, paramilitares y francotiradores mexicanos abrieron fuego contra unos cinco mil manifestantes que se encontraban en el lugar, ocasionando la muerte de entre 300 y 500 personas según datos de medios locales, que además resaltan que las estadísticas exactas nunca salieron a la luz. Ese día unas dos mil personas fueron detenidas.

Luego de la brutal represión, el Consejo Nacional de Huelga quedó desintegrado, sin embargo, desde entonces el pueblo mexicano ha seguido su lucha en la misma dirección de aquellos jóvenes que se atrevieron a soñar con un país de justicia e igualdad social.

Continúan las represiones inhumanas

La historia de las represiones contra manifestantes en México no culminó ese 2 de octubre de 1968, pues a lo largo de los años se han registrado hechos de este tipo que al igual que en ese momento, han culminado con muertes, desaparecidos y heridos.

El 10 de junio de 1971 durante el mandato de Luis Echeverría, se produjo en Ciudad de México la matanza del Jueves de Corpus, en la que 120 estudiantes perdieron la vida al ser reprimidos por una división del Ejército llamada Halcones.

Durante la festividad del Corpus Christi, los jóvenes se encontraban manifestando en apoyo a sus compañeros en Monterrey, quienes protestaban por la derogación de la nueva ley educativa que había implantado el Gobierno.

El 28 de junio de 1995 se llevó a cabo la Masacre de Aguas Blancas en el estado Guerrero (sur de México), donde efectivos de la policía estatal dispararon en contra de un grupo de miembros de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) que se dirigían a un mitin político que demandaba la liberación de Gilberto Romero Vázquez desaparecido un mes anterior. En este ataque 17 campesinos perdieron la vida y otro 21 resultaron heridos.

Poco más de dos años después, el 22 de diciembre de 1997, grupos paramilitares opuestos al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), mataron a 45 indígenas tzotziles mientras oraban en una iglesia. De las víctimas, 16 eran menores, 20 eran mujeres y nueve hombres adultos.

Otro escenario donde se perpetró una brutal represión fue en Tamaulipas (este). Entre el 22 y 23 de agosto de 2010, el grupo paramilitar Los Zetas ejecutaron a 72 personas, de las cuales 58 eran hombre y 14 mujeres. A este crimen se le conoce como la masacre de San Fernando o la masacre de Tamaulipas.

El 12 de diciembre de 2011, dos jóvenes perdieron la vida a manos de efectivos de la policía estatal, que reprimieron una manifestación de estudiantes de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, quienes pedían la destitución del director de la institución, Napoleón Anaya y se nombrara a Eugenio Hernández como su reemplazo. Además de estos fallecimientos, la Manifestación culminó con 50 detenidos, heridos graves y desaparecidos.

Otra entidad en la que se llevó a cabo uno de estos crímenes masivos fue en el estado de México (sur), específicamente en el municipio Tlatlaya, donde el 30 de junio de 2014, en horas de la madrugada, ocho militares mataron a sangre fría a 22 personas, que se encontraba reunidas luego de un enfrentamiento armado en el mismo lugar.

El más reciente y conocido caso de represión atroz en el país centroamericano, y que hasta ahora no ha sido resuelto, es el del 26 de septiembre de 2014, cuando uniformados de la policía municipal de Iguala capturaron a varios estudiantes que se encontraban protestando contra la discriminación que sufren en la repartición de plazas a favor de escuelas urbanas por parte del gobierno del estado Guerrero.

Vea aquí→ Mexicanos se volcaron a las calles a 1 año del caso Ayotzinapa

En este ataque que dejó un saldo de seis fallecidos, 25 heridos y 43 desaparecidos que hasta hoy no han sido localizados, la Procuraduría General de la República imputó como autores intelectuales a José Luis Abarca Velázquez, presidente municipal de Iguala y a su esposa María de los Ángeles.

Todos estos ataques contra ciudadanos, mayoritariamente jóvenes estudiantes, han sido cometidos desde y con el poder del Estado, y son muestra clara de que México es un país de represión, en el que sus ciudadanos no tienen el derecho de expresar sus ideales y defenderlos.

No obstante, a pesar de que casi todo estos casos de asesinatos masivos han quedado impune, y los responsables siguen cometiendo delitos de este tipo, muchos mexicanos que prefieren no olvidar y aún se atreven a soñar y luchar por el día en que se haga justicia con cada una de las víctimas, y así acabar con la inseguridad que se vive en el país.


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