Venezuela: La derecha y su verdadero rostro

I.-

Durante la guerra revolucionaria y antiimperialista de los años 60 y 70 en Venezuela hubo un comportamiento diferencial en cuanto a ferocidad y fanatismo criminal entre nuestros enemigos adecos y copeyanos. Los copeyanos, católicos sin reservas, exhibieron siempre un odio contra las izquierdas en armas, mucho más intenso y criminal que los adecos. Creo que aquella diferencia tenía su razón de ser en el diferente origen ideológico y político de ambos partidos. AD venía de una tradición socialdemócrata con raíces en Marx, mientras que Copei venía del cristianismo nazista y de la tradición gomecista, pues sus jefes surgieron de familias gomecistas.

En su época media ambos partidos conservaban aquellos recubrimientos esteriores que hoy han desaparecido. Hoy quedan varios partidos derivados de ellos, todos de extrema derecha, operadores políticos de la lumpenbuerguesía y del imperialismo. Neoclásicos en teoría y neoliberales en políticas públicas. Estas teorías sistematizan, aseguran y justifican el dominio de los capitales privados sobre la sociedad, pues son su estrategia teórica de dominio, son capitalismo en estado puro. En consecuencia, sus actores políticos en la Venezuela de hoy reproducen en sus comportamientos el pensamiento único de la lumpenburguesía, apoyada por el imperialismo angloamericano y europeo que es su dueño.

II.-

Desde 2002 la derecha nos ha mostrado su verdadero rostro: planes de magnicidio; asesinatos con francotiradores para justificar el golpe de Estado; jóvenes en guarimbas en 2004 buscando muertos; referendo con firmas falsificadas en 2004 y gritar ¡fraude!; desconocer la elección del 2013 y llamar a las calles y asesinar 11 personas; jóvenes en guarimbas en 2014 para derrocar al presidente Nicolás Maduro, asesinando 31 personas; talar centenares de árboles para hacer barricadas, planificar asesinatos callejeros, usar sicarios, degollar motociclistas, destruir sus ciudades, etc, etc. Los jóvenes de la derecha, luego de haber hecho todo esto, se han vuelto criminales.

El odio al pueblo, inducido por sus padres, y los padres de otros, por maestros y profesores, por sus partidos políticos, por los medios de comunicación, han envilecido y degradado la juventud de la derecha, para la cual asesinar conciudadanos chavistas, destruir su propia nación y degradar la vida ciudadana, es una misión histórica y económico-religiosa. El odio inducido ha envilecido a los hijos de la derecha. Ellos son su expresión.

Fuente: http://bit.ly/1gikflU