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Magristado de la Corte Suprema de Justicia colombiana señala que en un proceso de paz el derecho no puede ser un obstáculo infranqueable. (Foto: elcolombiano.com)

Magristado de la Corte Suprema de Justicia colombiana señala que en un proceso de paz el derecho no puede ser un obstáculo infranqueable. (Foto: elcolombiano.com)

Publicado 11 abril 2014



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Fernando Vallejo, escritor mexicano-colombiano, radicado desde hace muchos años en tierra azteca, y conocido fundamentalmente por su famosa novela “La virgen de los sicarios”, es también autor de otra obra célebre: “La puta de Babilonia”. El título y el libro mismo se refieren a la iglesia católica y sus milenarios vicios y perversiones. Con ese nombre, La puta de Babilonia, algunas sectas heréticas nombraban, sin nombrarla, a la institución vaticana. Esto, desde luego, en la Edad Media, es decir, en pleno apogeo del poder de esa confesión.

Pues bien: Fernando Vallejo dice que para escribir esta obra no tuvo que salir de su casa ni una sola vez para acudir a alguna biblioteca u otros centros de consulta documental, y que toda la información recopilada y utilizada la obtuvo en internet.
Justamente eso, entre otras cosas maravillosas, es internet: la mayor y más nutrida biblioteca que haya creado y utilizado la humanidad en los cien mil años que nuestra especie lleva deambulando en el planeta.

Internet se ha convertido en unos pocos años no sólo en la mayor y mas copiosa biblioteca universal. También ha logrado convertirse en la más grande y accesible fuente de información. La más grande, la más universal, la más barata, la más accesible, la más democrática.
Y ahora el gobierno mexicano se encuentra empeñado en limitar el acceso y la utilización de esta obra cumbre del ingenio humano. Y también empecinado en censurar y controlar sus contenidos. Este es el fin último de las ya tristemente célebres “leyes secundarias” en materia de telecomunicaciones del gobierno de Peña Nieto.

Este propósito (o, mejor dicho, despropósito) es tan absurdo y tan lesivo como pretender limitar el acceso de la población mexicana a las vacunas o a los antibióticos. O a cualquier otra conquista científica o tecnológica.

Mas no sólo absurdo y lesivo, sino también imposible de cumplir. ¿Va Peña Nieto a sancionar y hasta castigar con prisión a los millones de mexicanos que utilizan internet? ¿Va a forzar a los gigantescos conglomerados internacionales a colocar filtros en la web para que no aparezcan en ella las críticas, los desacuerdos y las burlas a su gobierno, a sus políticas y a sus funcionarios?

¿Va Peña Nieto a criminalizar a usuarios, servidores, científicos, técnicos, empresa del ramo y a los industriales y comerciantes que se anuncian en la red? ¿Será delito a partir de ahora poseer una computadora, una laptop, una táblet o un teléfono inteligente? ¿O nada más será delito enviar mensajes o tuits a través de la red y de esos modernos e inteligentes aparatos?

Quizá a Peña Nieto lo esté animando a proceder como lo hace la experiencia en el asunto del actual gobernador del estado de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, que ya intentó encarcelar a algunos tuiteros incómodos, imputándoles gravísimos delitos fantasma, tales como incitación a la rebelión, rebelión, sedición, ataques a las vías generales de comunicación, terrorismo y, como dicen los fiscales, los que resulten?

Pero, ojo. Luego del ridículo nacional e internacional del lerdo gobernante, éste tuvo que dar marcha atrás. Pero de que lo intentó lo intentó. Y era lógico que lo hiciera. Se gasta decenas o centenas de millones de pesos en publicidad en los medios de comunicación tradicionales para difundir las inexistentes bondades de su gobierno, y resulta que un puñado de muchachos en la web revelan, con fotos, testimonios y videos, las falsedades y exageraciones inauditas del pintoresco gobernante.

La experiencia enseña. Pero hace falta talento y sabiduría para aprovecharla. Y humildad para corregir, para rectificar, para enmendar y así evitar conflictos innecesarios y perjudiciales para todos.

teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección

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