Miembros del autodenominado Estado Islámico (EI) comercializan las reliquias saqueadas en ciudades del Medio Oriente a través de redes sociales como Whatsapp o Facebook.
El profesor de Antropología e Historia del Medio Oriente en la Universidad de Ohio (EE.UU.), Amr Al Azm, relató a Bloomberg que recientemente recibió un mensaje donde le ofertaban un jarrón mesopotámico con un valor de 250 mil dólares.
Al Azm explicó que los radicales crearon un grupo de administración arqueológica, establecido en la ciudad tomada de Manbij (norte de Siria), cerca de la frontera con Turquía, donde tramitan la venta de los objetos.
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Voluntaria o involuntariamente, los compradores de piezas arqueológicas ilícitas enriquecen las arcas de los extremistas islámicos, aseguró Al Azm.
El grupo terrorista “actúa como proveedor de una cadena compleja que involucra al menos cinco intermediarios y comerciantes", manifestó el asesor del Departamento de Estado norteamericano, Michael Danti.
“Los extremistas están estrechamente vinculados a las redes del crimen turcas en las ciudades fronterizas de Gaziantep y Akcakale”, agregó.
Arqueólogos calculan que unos 300 millones de dólares en piezas patrimoniales que se mueven en los mercados negros de Turquía, Líbano y Jordania.
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