Un grupo de investigadores rusos logró confirmar a través de pruebas adicionales de ADN la autenticidad de los restos de los últimos zares rusos, entre ellos, el zar Nicolás II y su mujer, la emperatriz, Alexandra Feodorovna.
Según informó Ria Novosti, los restos que fueron exhumados en septiembre en la catedral de San Petersburgo, continuarán siendo identificados para poder establecer una conclusión final de las verdaderas circunstancias en las que murieron.
El último informe revela que los restos de Nicolás II fueron identificados por una mutación genética rara, llamada heteroplasmia.
Sin embargo, la Cámara de los Romanov y la Iglesia Ortodoxa Rusa (República de China) insisten en la necesidad de esperar a los resultados finales del examen.
Para poder obtener una conclusión final, los expertos revisarán los cráneos a través de un "trabajo científico en los sistemas genéticos adicionales.
“También contará con una comparación con nuestros parientes más cercanos, entre ellos restos de muestras de sangre incautadas a las ropas del emperador Alejandro II”, informó Ria Novosti.
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