Alfonso Serrano tiene el cabello largo y usa gafas. Podría encajar dentro del estereotipo de un contrabandista profesional. Es amable, sabe cómo atender a la gente, sonríe para intentar convencer de las bondades de cierto autor. El editor de la Oveja Roja, especializada en ensayo y poesía, no para. En el stand de al lado, Mikel Buldain, gerente editorial de Txlaparta, tampoco. Una bandera del País Vasco anuncia el cariz del sello que representa. Libros que en su mayoría, dan a conocer la realidad social y cultural de aquella comunidad autónoma dentro del Estado español.
Ambos estuvieron trabajando intensamente en la décima edición de la feria del libro para traer a los lectores venezolanos los títulos de sus respectivas casas editoras, más otros de Contrabandos, agrupación de editores independientes de distintas regiones del Estado español cuyo norte es el pensamiento político.