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Arafat falleció el 11 de noviembre de 2004. (Foto: Archivo)

Arafat falleció el 11 de noviembre de 2004. (Foto: Archivo)

Publicado 11 noviembre 2014



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Arafat instauró la Autoridad palestina, de la que fue elegido presidente, por sufragio universal, en febrero de 1996. Su gestión se enfocó fundamentalmente en el objetivo estratégico de conseguir la retirada del ejército israelí de los territorios ocupados.

El 11 de noviembre de 2014 se cumplen 10 años del asesinato por el Estado de Israel del líder palestino y premio Nobel de la Paz, Yasser Arafat.

LOS PRIMEROS AÑOS

Nació el 24 de agosto de 1929 en El Cairo, capital de Egipto. Hijo de Abdel Raouf al-Qudwa al-Husseini, un palestino de Gaza, y de Zahwa Abul Saud, palestina de Jerusalén.

Tras el fallecimiento de su madre, se trasladó a la Ciudad Santa de Jerusalén, ocupada por los británicos, donde aprendió los preceptos del Corán y la experiencia de sentirse extranjero en su propia tierra.

En 1948 deja la Universidad de El Cairo, donde cursaba la carrera de Ingeniería civil, para integrarse a la lucha de los árabes contra Israel, una vez producida la retirada de las tropas británicas del territorio Palestino.  

Tras la derrota árabe, en 1950, retorna a El Cairo, a proseguir sus estudios. En 1952 es nombrado presidente de la Liga de Estudiantes Palestinos de la Universidad del Cairo.

Obtenido el título de Ingeniero Civil, en 1958 se traslada a Kuwait, en donde junto a un grupo de palestinos funda el Movimiento FATAH (acrónimo en árabe de Movimiento de Liberación Nacional), con el objetivo de ver libre a su amada patria. La organización se caracterizaba por la independencia con respecto a los gobiernos árabes.

FUNDACIÓN DE LA OLP UNA NUEVA ETAPA DE LUCHA

En verano de 1964 funda la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con el apoyo del presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser. La OLP inicia la lucha armada contra las fuerzas de ocupación israelí en 1965.  

En 1967 se produce la derrota de las fuerzas de Egipto, Siria y Jordania por parte de Israel en la llamada Guerra de los Seis Días, ocupando Cisjordania, Jerusalén Este, la Franja de Gaza, Sinaí y los Altos del Golán. Este hecho reafirma la convicción de la OLP de librar una lucha independiente, y nombra a Arafat al frente del comité ejecutivo.

En 1968 ante una agresión de Israel al pueblo palestino de Karameh (dignidad en árabe), la OLP al mando de Yasser Arafat decide hacerle frente, resultando en una derrota del ejército sionista. Como consecuencia de esta victoria militar su prestigio crece, así como la incorporación de jóvenes a la lucha armada.

DE LAS NACIONES UNIDAS AL ESTADO PALESTINO

En 1969 es nombrado jefe de la OLP. En 1974 logra una importante victoria política al ser reconocida la OLP como legítimo representante del pueblo palestino. Durante su discurso ante las Naciones Unidas Arafat pronunciaría su célebre frase:

Hoy he venido portando una rama de olivo en una mano y el arma de un luchador por la libertad en la otra. No dejen que caiga de mi mano el ramo de olivo. La guerra estalla en Palestina, pero es en Palestina donde nacerá la paz.

En 1982 Israel invade Líbano ocupando Beirut, su capital. El ejército israelí ataca las bases de apoyo de la OLP y obliga a un replanteamiento de la estrategia política militar, y el traslado de la lucha al interior de los territorios ocupados, en un movimiento de resistencia permanente contra la ocupación sionista conocida como La Intifada.

En 1988 la OPL proclama en Argelia el Estado palestino independiente en las zonas ocupadas por Israel en 1967, con Arafat como líder político provisorio.

“De acuerdo con las resoluciones adoptadas…  Y en ejercicio del derecho del Pueblo Árabe Palestino a la autodeterminación, a la independencia política y a la soberanía sobre su territorio. El Consejo Nacional Palestino en el nombre de Dios y en el nombre del Pueblo Árabe Palestino, proclama el establecimiento del Estado de Palestina sobre nuestro territorio Palestino con su capital en Jerusalén”.

Ese mismo año Arafat reconocería ante la ONU la existencia del Estado de Israel, su rechazo al uso del terror como herramienta política y llama a un diálogo de paz. “Nuestro deseo de paz es estratégico y no una mera táctica provisional”.

OSLO, UN ACUERDO QUE ISRAEL HACE NAUFRAGAR

Este espíritu de diálogo y la búsqueda de una salida política se refrendarían en 1993 durante la firma de los Acuerdos de Paz de Oslo con el primer ministro de Israel Isaac Rabin y Simón Pérez, ministro de exteriores de Israel.  Por este esfuerzo recibirían el Premio Nobel de la Paz.

A su retorno a Gaza, instauró la Autoridad palestina, de la que fue elegido presidente, por sufragio universal, en febrero de 1996. Su gestión se enfocó fundamentalmente en el objetivo estratégico de conseguir la retirada del ejército israelí de los territorios ocupados.

Tras el asesinato de Rabín y con la complicidad de occidente con EE.UU. a la cabeza, Benjamìn Netanyahu, primer ministro por el partido Likud, fue restando progresivamente contenido a los compromisos asumidos en Oslo. La retirada se convirtió en un proceso acelerado de colonización por el Estado sionista.

En 2000 las negociaciones de paz son interrumpidas luego de un acto de provocación del líder sionista Ariel Sharon, con su visita a la explanada de las mezquitas, lugar sagrado del Islam. La estrategia era parte del posicionamiento político de Sharon de cara a su elección como primer ministro con el apoyo de los sectores más conservadores de Israel.

La activación en septiembre de 2000 de la segunda Intifada puso de manifiesto la exasperación de la población palestina. La elección de Sharon al año siguiente, favoreció el recrudecimiento de la violencia y la destrucción de la infraestructura política y civil del pueblo palestino, así como los atentados suicidas y acciones violentas por parte del pueblo árabe contra Israel.

LA RESISTENCIA DE UN PUEBLO ASEDIADO

Con el objetivo de presionar su salida al exilio, las fuerzas de ocupación sitian en la Moukata, sede del gobierno palestino, a Arafat en 2002.  EE.UU. y las potencias occidentales colaboraban con la agresión, mientras el mundo observaba como Sharon violaba el derecho internacional en nombre de la guerra contra el terrorismo.

Moukata fue el lugar donde se puso a prueba la resistencia de Arafat y su compromiso con la causa palestina. 18 meses de asedio no erosionaron la voluntad del líder palestino.  No encontrando manera de vencerlo en su afán inquebrantable de alcanzar la independencia y autodeterminación del pueblo palestino, el líder es envenenado, debiendo ser trasladado a Paris, Francia.

Arafat falleció el 11 de noviembre de 2004.

No obstante, en Palestina, los jóvenes que empuñan una dignidad a toda prueba lo reconocen en cada acto de resistencia y le recuerdan como un líder que no cedió un ápice en la defensa del derecho de su pueblo a tener una Patria independiente con Jerusalèn como capital.

Hoy Palestina es reconocida en el mundo como Estado, mientras su pueblo renace tras cada agresión y de las cenizas recuerda al mundo que no hay muros que puedan detener la voluntad de un pueblo a ser libre e independiente.

“A mi amado pueblo, a la orgullosa y gran nación en la patria y en el exilio, os saludo y me dirijo a vosotros para que, juntos, plantemos un olivo sobre la tumba de cada mártir, porque todo lo que ha sido destruido será reconstruido, si Dios quiere, con la determinación de nuestro pueblo. Todas nuestras bellas esperanzas se cumplirán, si Dios quiere. La victoria está a una hora de paciencia de distancia.”

¡Y Vencerá!
 


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