Más de 23 millones de afganos podrían enfrentar situación de hambre extrema a inicios de 2022.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió este martes que Afganistán podría enfrentar la mayor crisis alimentaria de su historia, exacerbada tras la toma del poder por los talibanes en agosto pasado, y ante la inminencia del invierno en ese país.
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Detalla un informe publicado por la oficina del PMA en esa nación que el 98 por ciento de la población afgana ha empeorado su seguridad alimentaria, la cual experimenta déficit en el consumo de comida, debido entre otros factores a la inflación en los precios de los alimentos, las secuelas del conflicto armado y la intensa sequía que afecta el territorio nacional.
Detalla el ente alimentario global que ese índice es extremadamente superior al 17 por ciento compilado en agosto, lo cual se traduce en que actualmente nueve de cada diez familias compran comida más barata, ocho de cada diez comen menos, y siete de cada diez piden alimentos.
Families in Afghanistan are facing a devastating winter ahead.
— United Nations (@UN) December 13, 2021
The economic crisis is putting essential food out of reach, resulting in a severe rise in acute malnutrition among young children.
Here's how @WFP is helping. https://t.co/vcGACScRmR pic.twitter.com/BxIWrvDp68
A propósito, la institución ha asistido en lo que va de 2021 a más de 15 millones de afganos, de ellos solo 7 en el mes de noviembre; al tiempo que proyectan ayudar a más de 23 millones de personas durante el 2022, las cuales estiman podrían evidenciar una situación de hambruna extrema.
Como parte de la ayuda el PMA distribuyó 200.000 toneladas de alimentos en las 34 provincias del país. Sin embargo, la directora del PMA en suelo afgano, Mary-Ellen McGroarty, soslayó que en aras de impedir que la crisis actual adquiera niveles de catástrofe se necesitarán 220 millones de dólares al mes para solventar la tensa situación alimentaria en el 2022.
#changinglives working with the ecosystem and rendering it productive for local communities in a sustainable manner, resilient livelihoods, improved food security https://t.co/hxzgnHRH5x
— Mary E Mc Groarty (@McgroartyME) December 10, 2021
“Con el invierno a la vuelta de la esquina, la inflación disparada y las formas de vida de gran parte de la población prácticamente desaparecidas, Afganistán se enfrenta a una avalancha de hambre y miseria”, destacó McGroarty.
Producto de esta crisis millones de afganos han presentado problemas de salud, ante una dieta deficitaria en nutrientes, y la ausencia de frutas, lácteos o proteínas, los cuales al decir de PMA ingieren únicamente una vez por semana.