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La caída de los precios mundiales de algunos productos no se reflejó en los mercados internos de los países pobres.
Los precios mundiales de los alimentos continuaron disminuyendo en el mes de junio, menos en los países vulnerables donde permanecen al alza, informó este viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
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La medida de variación mensual elaborada por el ente estableció que el índice de precios de los alimentos se situó en un promedio de 122,3 puntos, es decir, un 1,4 por ciento inferior a mayo, “continuando así la tendencia a la baja con una media de 37,4 puntos (23,4 por ciento) por debajo del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022”.
Asimismo, determinó que el índice de precios de los cereales disminuyó 2,1 por ciento desde el quinto mes de 2023, por debajo del valor alcanzado hace un año. Lo anterior se debió principalmente al incremento estacional de los suministros procedentes de las cosechas en curso en la Argentina y el Brasil y mejores perspectivas de producción en áreas productoras clave de Estados Unidos.
El índice de precios de los alimentos de la FAO sigue cayendo
— Federico Glodowsky (@fede_glodo) July 7, 2023
En junio de 2023 se situó en un promedio de 122,3 puntos:
1,4% menos que el mes anterior
20,9% menos que en junio de 2022 pic.twitter.com/YfDcw1U22G
Por otro lado, los precios internacionales del trigo cayeron 1,3 por ciento respecto al mes anterior, influenciados por la abundancia de suministros y un impuesto de exportación más bajo en Rusia, junto con mejores condiciones en EE.UU; mientras los de aceites vegetales disminuyeron 2,4 por ciento.
En otro orden, los precios de los productos lácteos se redujeron 0,8 por ciento debido a la caída de los precios internacionales del queso, y el costo del azúcar disminuyó 3,2 por ciento, su primera caída después de cuatro aumentos mensuales consecutivos.
En tanto, el índice de precios de la carne se situó prácticamente invariable respecto a mayo; no obstante, “en comparación con su valor en junio del año pasado, el índice disminuyó 8,1 puntos (6,4 por ciento)”, indica el documento.
Sin embargo, la FAO asegura que a causa del precio siempre elevado de los alimentos, pero también de los conflictos, los episodios de sequía o las dificultades económicas, "45 países del mundo requieren ayuda exterior para cubrir sus necesidades alimentarias".
Por lo que la caída de los precios mundiales de algunos productos no se reflejó en sus mercados internos, o al menos no completamente, lo que agrava el hambre en esos países, principalmente africanos.
