El Gobierno brasileño decretó la protección de 232 mil 544 hectáreas de tierras indígenas, distribuidas en tres áreas de los estados brasileños de Amazonas y Pará, ambos en la región norte del país.
El máximo representante de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Flávio Chiarelli, destacó que con la divulgación de esta disposición presidencial entra en vigor la legislación que reivindica los derechos de cuatro etnias aborígenes de esta nación.
Chiarelli adelantó que este mismo año otras tierras formarán parte del patrimonio de los nativos, con una población de 820 mil personas, distribuidas en 300 etnias que representan el 0,26 por ciento de Brasil.
Una de las nuevas tierras protegidas según el comunicado del Palacio de Planalto (sede presidencial) es la denominada Arara da Volta Grande do Xingu, habitada por las etnias Arara y Juruna. La segunda tierra es la de Mapari, donde se encuentra la tribu kaixana y la tercera se llama Setema, que alberga a la etnia muras.
Vea también:
Dilma Rousseff anuncia protección de nuevas tierras indígenas