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En el marco de la III cumbre de la CELAC que se celebra en Costa Rica, el presidente de ecuatoriano Rafael Correa se refirió a los retos que tiene la región respecto a la superación de la pobreza extrema.
Un 11 por ciento de la población latinoamericana se encuentra en condición de pobreza extrema, es decir unos 68 millones personas, “y eso es un insulto a la dignidad humana y una contradicción. Es un imperativo moral resolver la pobreza extrema, no sólo en América Latina sino en el mundo”, dijo el mandatario en una entrevista ofrecida a Ecuador TV.
Rafael Correa señaló que por primera vez en la historia, la pobreza extrema no es fruto de sequías o de catástrofes naturales porque los recursos existen. “Con una mejor distribución de esos recursos se puede eliminar toda forma de pobreza”. El reto para los próximos cinco años es poder eliminar la pobreza extrema en la región.
El tema del petróleo
Respecto a la caída de los precios del petróleo y de otros recursos naturales, el mandatario ecuatoriano destacó que obedece a otros procesos de fondo como “los comportamientos especulativos del mercado, algunas veces intereses geopolíticos, manejado por ciertos poderes hegemónicos y de ciertos segmentos del mercado mundial”, entre otros.
“En el caso de Ecuador por supuesto que golpea fuerte, pero contrariamente a los que algunos creen, no es problema del sector fiscal sino del sector externo dependiente del petróleo”, destacó Correa.
“Hemos tomado todas las medidas para prepararnos para este año difícil, pero eso no significa que no vamos a tener costos sino que vamos a minimizar los costos, pero tengan la seguridad de que saldremos adelante”. En este sentido, Correa aseguró que continuará la cooperación de mutuo beneficio entre Ecuador y China.
La libertad de expresión
En cuanto al tema de libertad de expresión en Ecuador, el presidente Correa enfatizó: “Entendamos que uno de los poderes más grandes de nuestra América Latina es el poder mediático. ¿A quién pertenecen los medios de comunicación? ¿A los pobres? No, a los ricos, a las élites que siempre nos han dominado, y han sido un mecanismo de dominación y cuando tienen gobiernos que no se someten a sus designios y que con la legitimidad y apoyo democrático que tienen no son condicionados por la prensa, no saben qué hacer y tienen que inventarse esa cantaleta de que no tienen libertad de expresión”.
Para el mandatario la reflexión básica es “si podemos considerar a una sociedad verdaderamente libre cuando el derecho, porque no es una mercancía, el derecho a la información depende de unos cuantos negocios con fines de lucro propiedad de media docenas de familias de la élite latinoamericana”.
