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La Misión de Palestina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realiza gestiones para que los principales órganos y el secretario general Ban Ki-moon exijan a Israel el cese de las provocaciones contra sitios sagrados del Islam en Jerusalén Oriental.
El embajador palestino, Riyad Mansour, explicó que el objetivo es generar una respuesta urgente de Naciones Unidas para detener a "grupos de colonos extremistas que, protegidos por sectores radicales en el gobierno israelí y cientos de soldados y policías, profanan la mezquita Al Aqsa".
“Entran con sus zapatos para provocar confrontación y malestar en fieles, quienes al protestar son reprimidos por las fuerzas israelíes, dejando saldo de varios heridos”, advirtió Mansour tras entregar una misiva al presidente del Consejo de Seguridad, el representante de Australia, Gary Quinlan.
Similares cartas fueron remitidas al presidente de la Asamblea General, Sam Kutesa, y a Ban Ki-moon.
En los últimos días las tensiones han ido en aumento en Jerusalén Oriental, en sitios como el templo Haram al-Sharif, donde se ubica la mezquita Al Aqsa, uno de los tres lugares más sagrados del Islam junto a las de La meca y Medina, ambas en Arabia Saudita.
De acuerdo con Mansour, un pronunciamiento del Consejo sería importante para aliviar "una situación muy explosiva", derivada de la postura de Tel Aviv, que "coloca a toda la región en un escenario de confrontación con resultados imposibles de predecir".
Consciente de las dificultades, el embajador palestino señaló que las gestiones en cursos abarcan a todos los miembros del Consejo, para que este fije una posición clara en torno al tema, aunque lo ideal sería una resolución, dado su carácter vinculante.
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