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El jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Iván Márquez manifestó este jueves que son “calumnias y mentiras” lo dicho por el expresidente Álvaro Uribe.
Las FARC en un comunicado expresaron "con desagrado tenemos que responder los disparates de Uribe, originados por la liberación sin condiciones del general Rubén Darío Alzate, el pasado 30 de noviembre en las selvas del Chocó"; con respecto a que el expresidente dijo que la guerrilla habría pedido la entrega de regalías y frenar los bombardeos a cambio de liberar al general Rubén Alzate y a sus dos acompañantes.
En este orden las FARC fueron tajantes al decir que "seguramente confirmó sus alucinaciones con el 'hacker'" Andrés Sepúlveda, al que, según las primeras investigaciones, el partido político del ex presidente, Centro Democrático, habría contratado para espiar el diálogo de paz”.
"Cómo le duele a este hombre sin sosiego que gestos de paz como una liberación puedan tornar irreversible el proceso de reconciliación colombiano", ha lamentado la guerrilla, subrayando que "un anhelo de paz tan grande no puede ser apagado con la mentira".
De esta manera el vocero de la delegación de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Pablo Catatumbo repudió los intentos de desvirtuar las acciones del grupo insurgente para manchar las labores de los Diálogos de Paz.
En un comunicado las FARC señalaron que nunca han orquestado ataques contra la población civil que no participa en el conflicto armado interno.
En contexto:
Desde el pasado 12 de noviembre de 2012 se lleva a cabo el proceso de paz en La Habana. El conflicto armado en la nación suramericana ha dejado casi cuatro millones de desplazados y 600 mil muertos en aproximadamente 50 años, en cuyo proceso también han participado grupos insurgentes, paramilitares de derecha y organizaciones relacionadas con el narcotráfico.
En un informe de 2013 el Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia, Grupo de Memoria Histórica (GMH) reveló que entre 1958 y 2012 el conflicto armado interno originó la muerte de al menos 220 mil personas, sin embargo enfatizan que estas cifras son aproximaciones que no permiten cuantificar qué fue lo que pasó realmente, dado que el anonimato es el modus operandi para avitar que se reconozcan las víctimas.
Por su parte el 31 de marzo de 2013 el Registro Único de Víctimas (RUV) de la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas arrojó los datos de que 166 mil 069 personas civiles fueron víctimas del conflicto armado desde 1985 hasta la actualidad. En contraste este reporte sólo es válido por las layes colombianas a partir del primero de enero de 1985, quedando por fuera 11 mil 238 fallecidos registrados por el GMH entre 1958 y 1984.
De igual manera en el reporte contabilizó que el conflicto armado colombiano se desglosa en que un 81,5 por ciento corresponde a civiles y el 18.5 por ciento a combatientes, en tanto, al menos ocho de cada diez muertos han sido civiles más afectados por la violencia de acuerdo al Derecho Internacional Humanitario.
En contraste las FARC surgieron del malestar colectivo para hacer un frente a la inequidad de la riqueza colombiana, aglutinada en tan sólo unos pocos, que como ha puntualizado Márquez no nació para atentar a la población civil inocente.
