Cuatro personas fueron detenidas provisionalmente como parte de las investigaciones del tiroteo ocurrido a principios de semana en la ciudad de Marsella, al sur de Francia.
El lunes pasado, dos grupos de hombres encapuchados se enfrentaron a tiros en el popular barrio La Castellane, contra agentes de la policía, coincidiendo con la visita del Primer Ministro Manuel Valls quien ofrecería estadísticas que muestran la “disminución del crimen” en esta ciudad, una de las más grandes de Francia.
Al parecer el enfrentamiento donde se utilizaron fusiles de asalto kaláshnikov, apunta a un enfrentamiento entre bandas mafiosas de la ciudad que competían por puestos de venta de drogas.
Fuentes policiales informaron que los arrestados eran habitantes de viviendas donde se confiscaron siete fusiles de asalto kaláshnikov, y 20 kilos de droga, así mismo hallaron huellas dactilares y rastros de ADN en el mismo lugar.
El hecho de que varios policías fueran víctimas de disparos por medio de este suceso, hizo activar alarmas de ataque Yihadista, y debido a ello se enviaron tropas de élite a la zona, esto ocurrió justamente un día después de que seis personas sospechosas de pertenecer a una filial yihadista fueran detenidos en Toulouse, al sur de Francia, lo cual ocasionó siguientes arrestos por motivos iguales.
Todos estos eventos han tenido lugar precisamente cuando el sistema nacional de alerta, Vigipirate, se activó en todo el país, con gran despliegue además, de policías y militares.