Lagarder Danciu dejó Rumanía cansado de fingir en una sociedad donde era rechazado por ser homosexual y gitano, migró a España, país donde fue víctima de una red de explotación de migrantes, terminó viviendo en la calle y se convirtió en un defensor de las personas en pobreza extrema.
Con dos carreras universitarias y tres máster puso en marcha en Sevilla, municipio de la comunidad autónoma de Andalucía, una iniciativa para visibilizar el problema de los "Sin Techo", el campamento Dignidad, un movimiento social combativo.
Lagarder trabajó como profesor en más de 24 institutos públicos de barrios marginales, trabajó para la policía nacional y los juzgados, colaboró con las universidades públicas de Sevilla en distintos proyectos de investigación y mediación educativa hasta que quedó desahuciado de su piso.
Desde entonces se dedica a organizar a las personas de la calle para hacerlas visibles y denunciar la falta de derechos así como la persecución policial en la ciudad, quienes los han multado por protestar en las calles.
Según las estimaciones de Cáritas y la Fundación Rais, las personas sin hogar rondan las 45 mil en todo el país pero les resulta difícil calcular a quienes viven en los metros, puentes o en cualquier rincón. Hay personas que las estadísticas no reflejan porque no reciben ayudas en estas fundaciones.
En la ciudad de Barcelona hay 941 personas sin hogar y casi 2 mil alojadas en equipamientos municipales, de acuerdo con el primer recuento que realiza la ciudad calle por calle. "En Barcelona puedes ser alguien si tienes dinero, si no, estás perdido", dice Lagarder.
Venezuela? NO, Barcelona en el siglo XXI ... pic.twitter.com/lA8uAoFvF2
— Lagarder Activista (@lagarder81) 29 de septiembre de 2016
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— Lagarder Activista (@lagarder81) 19 de mayo de 2016
Cádiz es la provincia española más afectada por la crisis económica. Con 42 por ciento de desempleo aunada a los desahucios se ha incrementado en 60 por ciento el número de personas que han quedado sin techo.
Actualmente, Lagarder se encuentra en la ocupación de pisos de los bancos, casas móviles con material de reciclaje para las personas sin techo y protesta en distintos puntos del país para visibilizar la criminalización de la pobreza por parte de políticos españoles.