Unos 15 miembros de la red Al- Qaeda y de la banda takfirí autodenominda Estado Islámico (EI) muerieron el jueves en un enfrentamiento entre bandas en Siria.
Paralelo al choque, las fuerzas del ejército sirio lograron arrebatar el control de una provincia fronteriza entre Jordania y Siria por la que trasladaban suministros grupos terroristas.
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Además, la aviación siria destruyó una plataforma de lanzamientos de cohetes y misiles de los elementos radicales en la zona nororiental de la provincia de Daraa (sur).
Los soldados del gobierno sirio, siguen avanzando hacia la ciudad de Palmira -situada en la provincia central de Homs- a fin de tomar el control y erradicar la violencia promovida por el autodenominado Estado Islámico (EI).
Fuentes militares confirmaron que la aviación y la artillería seguirán bombardeando los campamentos de los grupos armados que se encuentran en la parte norte de la ciudad.
Desde los mediados de 2011, las fuerzas de seguridad sirias luchan contra grupos terroristas, financiados y apoyados en su mayoría por países occidentales y aliados de Oriente Medio, para intentar derrocar el Gobierno Bashar Al-Assad, bajo el pretexto de eliminar a las células radicales.