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Un ataque suicida en la ciudad oriental de Bengasi propiciado por el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe), dejó ocho militares libios muertos.
El grupo terrorista a través de un comunicado difundido por Internet admitió la autoría del suceso y mostró imágenes de la explosión que afectó varios automóviles y edificios, señalaron que las imágenes fueron tomadas por un dron.
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Según el vocero del Ejército Ahmed al -Mosmari, la ofensiva con el objetivo de recuperar Ganfouda está en "su última fase, y los líderes del grupo terrorista están sitiados en el interior".
El vecindario de Ganfouda, al suroeste de Bengasi, es una de las últimas zonas bajo poder de grupos extremistas en el este de Libia, pero esta se encuentra sitiada por tropas del Ejército libio bajo mando del mariscal Khalifa Hifter.
Tras perder el control de la ciudad de Sirte, su principal bastión en Libia, se desvanecieron las aspiraciones del grupo extremista Daesh de propagar, al menos a corto plazo, su autoproclamado califato.
Sin embargo, aún varios bandos armados se enfrentan entre sí con la finalidad de controlar el petróleo de Libia, principal fuente de ingreso de ese país.
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Después de la muerte de Moamar Gadafi, en 2001, Naciones Unidas procuró fundar un gobierno de unidad con la finalidad de poner fin al conflicto en el que está sumido ese país, sin embargo, Libia sigue dividida y la posibilidad de un combate por el control de los campos petrolíficos sigue latente.
