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El escritor Juan Goytisolo forma parte de la iniciativa

El escritor Juan Goytisolo forma parte de la iniciativa | Foto: Getty

Publicado 21 mayo 2015



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Artistas, arquitectos, escritores, periodistas, dramaturgos y demás personajes de la cultura barcelonesa española publicaron un manifiesto en el que advirtieron su preocupación por el tratamiento que se le está dando a los espacios culturales de esa ciudad cosmopolita.

Juan Goytisolo, Juan Marsé, Oriol Bohigas, Manuel Borja-Villel, Cristina Iglesias, Claudio López de Lamadrid, Lluís Homar, Lluís Pasqual, Eva Lootz o Josep Lluís Mateo y demás artistas de la cultura barcelonesa española firmaron el pasado miércoles un manifiesto “por una democratización urgente y real de las instituciones culturales” en esa ciudad cosmopolita, reseñaron medios locales.

Bajo la identidad de Observatorio 18M, en honor al Día Internacional de los Museos que se celebró el pasado lunes, los cultures mostraron su preocupación “por la deriva de la política cultural en la ciudad en los últimos años”.

Determinaron que se puede “estar entrando en una fase de declive grave. La crisis del Macba (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) es una señal en ese sentido, pero no la única”.

Demandaron que tres centros culturales: Fundación Tàpies, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), están padeciendo “la tendencia a instrumentalizar los centros culturales”, cuando “han funcionado como un verdadero servicio público” y han destacado “por su impacto en la ciudad y su proyección internacional”.

La crisis del Macba se desató el pasado 18 de marzo cuando el exdirector del museo Bartomeu Marí cancelara la obra La Bestia y el Soberano, en alusión al entonces rey Juan Carlos. Días después se expuso la escultura y Marí puso su cargo a la orden.

El texto difundido a través de Internet y que el próximo viernes será difundido por redes sociales, busca captar nuevos firmantes, luego de denunciar el “repunte de una política cultural corporativa y parroquial que aspira a monopolizar el debate público, utilizando los museos como escaparate y propaganda partidista, se suma la creciente captura regresiva de las políticas culturales por las guerras identitarias”, según un diario local.


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