Fidel Castro, más que un amigo para Palestina

Bajo el liderazgo del comandante Fidel Castro y sus camaradas, Cuba ha jugado un rol muy importante al apoyar movimientos revolucionarios y progresistas alrededor del mundo, mucho más de lo que podría esperarse de un país relativamente tan pequeño.

Algunas de las acciones revolucionarias de Cuba son bien conocidas, tales como su papel al desafiar a Sudáfrica y a la CIA, que intentaron conquistar Angola en la década de los 70 y 80.  

La decisiva batalla de Cuito Cuanavale no fue solamente una victoria para el pueblo angoleño, fue también un factor clave en la caída del régimen del apartheid en Sudáfrica misma. La solidaridad de Cuba en numerosos movimientos en América Latina ha sido también ampliamente documentada.

Menos conocida es la historia de solidaridad que Cuba ha tenido con Palestina y con otras luchas en el Medio Oriente y el norte de África, una historia que comienza pocos meses después de la revolución de 1959. Unos pocos meses después del triunfo,  Raúl Castro y el Che Guevara visitaron El Cairo he hicieron contacto con movimientos africanos de liberación que estaban basados ahí. También visitaron Gaza, que en ese entonces estaba bajo la administración egipcia, siempre expresando solidaridad con la causa palestina. 

Cuba saludó la formación de la Organización de Liberación Palestina (OLP) en 1964 y estableció lazos con el movimiento Al-Fatah al año siguiente, una alianza cercana fue desarrollada entre Cuba y el gobierno de izquierda en Siria a los finales de la década de los 60 y al mismo tiempo ambos países apoyaron al movimiento Al-Fatah después de que se convirtió en la fuerza política dominante en la OLP.

Cuba proveyó de apoyo político, educacional y militar al movimiento Al-Fatah, también al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y al Frente Democrático por la Liberación de Palestina (FDLP), la segunda y tercera organización más grande dentro de la OLP.

La cumbre tricontinental que fue celebrada en La Habana en 1996, hizo un llamado a la unificación de los países de Asia, África y América Latina, en una lucha unida en contra del colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo. En su discurso final Fidel habló sobre el apoyo cálido de la conferencia para el pueblo palestino. 

Luego de la guerra de octubre de 1973, Cuba rompió relaciones diplomáticas con Israel, al año siguiente, Yasser Arafat, presidente de la OLP, fue recibido como jefe de Estado cuando visitó La Habana, y después una embajada de Palestina fue establecida en Cuba.

En 1975, Cuba uno de los promotores de la Resolución 3379 de las Naciones Unidas que calificó al sionismo como una forma de racismo y discriminación, que fue aprobada por un voto de 97-35-32.

Después de los Acuerdos de Camp David de 1978, que dividió a Egipto de los demás Estados árabes y generó un duro golpe para los palestinos, Cuba apoyó el “Frente Firmeza y Confrontación” o “Steadfastness Front” en inglés, que fue formado por Siria, Libia, Argelia y la extinta República Democrática de Yemen. 

Camp David allanó el camino para el sangriento asalto de Israel en Líbano y en los campos de refugiados palestinos, que djó más de 30 mil personas muertas y que fue condenado por el gobierno cubano.

Cuba dio un fuerte apoyo a la masiva Intifada palestina que comenzó en 1987.

Durante el asalto israelí sobre Gaza en 2014, en el que murieron más de mil 460 palestinos y en el que fueron heridos más de 10 mil, Fidel escribió:

“¿Por qué el gobierno de este país (Israel) cree que el mundo será insensible a este macabro genocidio que hoy se está cometiendo contra el pueblo palestino?”

Las más importantes organizaciones en Palestina han emitido comunicados oficiales expresando sus condolencias y solidaridad en todo el territorio palestino. El Frente Popular para la Liberación de Palestina se expresó también acerca del papel histórico de Fidel Castro. 

“Desde Angola hasta Sudáfrica, de Palestina a Mozambique, de Bolivia a El Salvador, el legado de Fidel Castro, de la solidaridad, la lucha y el sentido de revolucionario internacional, continúa sirviendo como un ejemplo en la práctica que trasciende las fronteras a través de la revolución, la democracia y el socialismo”.